Cataluña

El Cercle d'Economia restituye la confianza en Javier Faus

  • El patronato, reticente a ciertas decisiones y cambios en la gestión, cuestionaba su labor al frente de la institución
El presidente del Cercle d'Economia, Javier Faus. Luis Moreno

María Teresa Coca
Barcelona,

La junta directiva y el patronato de la Fundación del Cercle d'Economia saldaron ayer con una escueta nota pública las desavenencias internas que salieron a la luz en los últimos días y que cuestionaban el liderazgo del actual presidente de la institución Javier Faus.

En un comunicado conjunto, el patronato que forman los antiguos presidentes de la entidad restituyó su apoyo al programa de renovación aprobado el pasado mes de noviembre por la junta directiva que lidera Faus y que aseguró que colaborarán "para favorecer esa renovación necesaria en beneficio de los intereses generales de nuestro país". "Agradezco este posicionamiento que cierra las posibles desavenencias existentes y con el que mi presidencia y la junta directiva sale muy reforzada", aseguraba a posteriori Javier Faus, en declaraciones a El Economista.

A pocas semanas de cumplir su primer año de mandato al frente de la institución, el empresario y también presidente de la gestora de inversiones Meridia Capital ha tenido que sortear las críticas que cuestionaban su gestión por considerar que no tenía en cuenta la herencia lobista de más de 50 años de historia que acumula la entidad y desdeñaba la opinión del patronato. Este está presidido por el catedrático Antón Costas y formado por empresarios como Juan Molins, Artur Suqué, Salvador Alemany, Carles Tusquets, Juan José Brugera, Pedro Fontana, Vicenç Oller, Enric Corominas, Josep Piqué, Antoni Brufau o Josep Mas Cantí.

La gestión de Faus, que defiende la renovación de la institución "aunque eso cueste" y que para ello incorporó muchas caras nuevas en la junta directiva, ha generado malestar porque, en opinión de fuentes del patronato, "no ha realizado una tarea integradora, ha querido renovar rompiendo con el pasado, y no ha entendido como es la entidad, una institución de opinión" con mucha relevancia.

Una de las censuras a Faus ha sido que no ha posicionado públicamente a la institución sobre el impacto económico del Covid-19, la actuación de las administraciones, ni lanzado propuestas para mitigar su impacto y fomentar la recuperación económica. Una crítica que Faus admite: "recogemos esa crítica, admitimos que nos equivocamos, aunque versamos nuestra opinión en la intervención en el debate telemático Reflexiones Políticas, Económicas y Sanitarias en Torno a una Pandemia, en el que participó la ministra Calviño. Eso hubiese tenido que ser una nota de opinión".

Pero no transigirá con el traslado a Barcelona de las jornadas anuales de debate. "La asistencia bajaba porque la vida evoluciona y los empresarios no pueden estar tres días enteros en Sitges", sentencia.