Cataluña

La Generalitat reivindica que Cataluña mantiene el déficit fiscal pese al aumento del PIB

  • Según el 'Govern', sigue situado entre el 6 y el 8% del PIB catalán
  • Lamenta que Cataluña aporta el 19% de los ingresos estatales y recibe el 13% del gasto
Mapa de Cataluña y España. Istock

Carla Stavraky

El déficit fiscal de Cataluña superó los 16.800 millones de euros en los ejercicios de 2015 y 2016, según la Dirección General de Presupuestos de la Generalitat de Cataluña, que ha publicado la última actualización de la balanza fiscal este viernes y que se incluirá en el Informe Económico y Financiero que se presentará junto al proyecto de Presupuestos de la Generalitat de 2020.

La última actualización de la balanza fiscal permite constatar, un año más, que Cataluña se encuentra en una situación de déficit fiscal dentro del Estado, es decir, que aporta más de lo que recibe. Según el Govern, desde 1986, el déficit fiscal de la comunidad siempre se ha situado sobre el 8% del PIB catalán (calculado con el método del flujo monetario), porcentaje que se reduce al 6% con el método de carga-beneficio.

En valores absolutos, el saldo negativo de los dos últimos ejercicios analizados es el más alto después de los 17.200 millones de euros registrados al inicio de la crisis, en 2008.

Como en los años anteriores, la balanza se ha calculado mediante dos aproximaciones metodológicas estándares: el flujo monetario y la incidencia carga-beneficio. Ya que el método del flujo monetario refleja el gasto efectivo que realiza el sector público central en Cataluña, la Generalitat defiende que se constituye como el método más viable para medir el impacto económico real de la actividad del Estado sobre el territorio catalán.

Una aportación no proporcional

Siguiendo el método del flujo monetario, el déficit fiscal catalán en el año 2015 registra 16.603 millones de euros, un 8,2% del PIB catalán. Aquel año, la comunidad aportó el 18,9% del total de ingresos del país, y recibió un 13,2% del gasto. En 2016, el déficit fue parecido: 16.801 millones de euros que suponían un 7,9% del PIB. Por aquel entonces, Cataluña aportó el 19,2% de los ingresos y recibió el 13,5% del gasto.

Estos resultados constatan que, pese a que la aportación de Cataluña a los ingresos estatales se sitúa en línea con su peso en el PIB (19%), el gasto del Estado en la región se sitúa casi seis puntos por debajo.

Según el método de la incidencia carga-beneficio, el déficit fiscal de Cataluña fue de 11.803 millones de euros el 2015 y de 12.225 millones de euros el 2016, que representan un 5,8% y un 5,7% del PIB catalán, respectivamente.

Gasto discrecional del Estado

Si se excluyen las operaciones de la Seguridad Social (SS), que por sus características son gastos no discrecionales (que no son objeto de reparto por decisión política), el diferencial entre el peso de los ingresos aportados y los gastos recibidos se incrementa substancialmente.

Esto se debe al hecho de que el gasto de la Seguridad Social –básicamente pensiones y prestaciones de paro- no está sujeto a la discrecionalidad de las políticas territoriales del Gobierno central, sino que son derechos adquiridos por los ciudadanos a título personal.

En el caso del flujo monetario, los ingresos aportados para Cataluña, sin incluir la SS, continúan representando un peso similar al del PIB (19%), pero el peso porcentual de los gastos se sitúa en un 8,1% en 2015 y el 8,6% en 2016. Por tanto, el diferencial de los ingresos respecto a los gastos supera los 10 puntos.