Canarias

Canarias pasa a tener 14 islas, una de ellas de 'soberanía' noruega

  • El director de energía solar flotante de Fred Olsen Renewables, Rolf Benjamin Johansen, apunta que el proyecto tiene una duración de 30 meses

José L. Jiménez
Las Palmas de Gran Canaria,

A las ocho islas de Canarias y cinco islotes hay que añadir una nueva y experimental bajo control noruego y, obviamente, en aguas españolas. Un consorcio de empresas liderado por la noruega Fred Olsen Renovables probará en la costa de Gran Canaria un prototipo de planta de energía solar fotovoltaica flotante, aprovechando el campo marino de ensayos de la Plataforma Oceánica de Canarias. Lo que busca Fred Olsen es demostrar en España que una de las ventajas de la tecnología solar flotante es el consumo cero de suelo: en los últimos años, ha crecido el número de este tipo de instalaciones precisamente en aquellas zonas donde el espacio dedicado a los sistemas energéticos debe competir con el reservado a otros sectores igualmente estratégicos, como la agricultura o la industria. Por este motivo, la energía solar flotante ha sido ampliamente probada en países como Japón, China y, en general, en el sudeste asiático que, de hecho, deben hacer frente a la falta de tierra disponible.

Con un presupuesto de cuatro millones de euros, el proyecto está liderado por Fred Olsen Renovables, con la colaboración de cuatro socios más: Ocean Sun (Noruega), Innosea (Francia), ITC y Plocan. China tiene la mayor cantidad de plantas instaladas, con una capacidad de alrededor de 1,1 GW. Le siguen Japón y el Reino Unido, pero India también ha anunciado un plan para desarrollar 10 GW de plantas solares flotantes. Todos los países donde la presencia de tierras libres y poco explotadas es escasa y donde existen, al mismo tiempo, numerosas cuencas hidrográficas, esparcidas por sus territorios.

El plan trazado en Canarias abordará desafíos con un nuevo sistema inspirado en parte en la tecnología de flotación y amarre que se ha utilizado durante 20 años en aguas turbulentas de Noruega por la industria de la piscicultura, combinado con una membrana hidroelástica flotante disruptiva y patentada. El fundador de Ocean Sun, Børge Bjørneklett, señala que "Fred Olsen Renewables quiere tomar una posición de pionero como desarrollador de proyectos, propietario y operador de energía solar flotante en países seleccionados de Asia y el sur de Europa. Este proyecto de la CE, junto con nuestro acuerdo con el Instituto de Energía Solar de Singapur (SERIS), nos brindará información valiosa para futuros proyectos comerciales tanto en alta mar como cerca de la costa".

El director de energía solar flotante de Fred Olsen Renewables, Rolf Benjamin Johansen, apunta que el proyecto tiene una duración de 30 meses y un presupuesto total de 4 millones de euros. Después de la instalación, se analizarán todos los aspectos del sistema y se desarrollará un plan para una mayor comercialización y despliegues a gran escala. La energía solar fotovoltaica es en este momento la tecnología energética de más rápido crecimiento del mundo, con un mercado global anual que superó por primera vez en 2018 el nivel de 100 Gigavatios (GW) y una capacidad acumulada de 583,5 GW en 2019. Las plantas solares deben instalarse cerca de los centros de demanda para producir grandes cantidades de energía y evitar mayores costes de transporte de energía, pero generalmente hay dificultades para localizar grandes superficies donde situar estas plantas cerca de las áreas con gran densidad de población.

Esto es especialmente problemático en Europa, que tiene, con mucha diferencia, el tamaño medio de planta solar fotovoltaica más pequeño del mundo y las plantas fotovoltaicas flotantes han abierto nuevas oportunidades para afrontar estas restricciones territoriales y en la actualidad este mercado se concentra en embalses y lagos. Equinor y Saimen (ENI) están también desarrollando planes en esta línea en Asia.

Las plantas fotovoltaicas flotantes marinas aún se encuentran en una etapa incipiente debido a los desafíos adicionales que comportan las condiciones del mar abierto: las olas y los vientos son más fuertes, lo que implica que la capacidad de amarre, fondeo y carga dinámica se vuelve aún más crítica debido a la mayor frecuencia de altas cargas de olas y viento. El proyecto Boost abordará estos desafíos con un nuevo sistema de planta fotovoltaica flotante inspirado en parte en la tecnología de flotación y amarre que se ha utilizado durante 20 años en aguas de Noruega por la industria de la piscicultura. La validación de esta tecnología en aguas marinas no abrigadas permitiría alcanzar una capacidad instalada de 1.750 megavatios en cinco años, contribuyendo a evitar una emisión de CO2 de 4,12 millones de toneladas.