El nuevo superalimento que se cultiva en Canarias

Canarias se encuentra en una fase de diversificación de su economía donde el aumento del valor de sus servicios y la especialización forma parte de los ejes fundamentales. Así, las islas acogen el Banco Español de Algas (BEA) donde se analiza las posibilidades de las algas para el consumo humano, gastronomía y sistemas de cultivo. En Canarias existen las mejores condiciones medioambientales: luz del sol los 365 días del año y agua de mar por todas partes. Las islas son un emplazamiento perfecto para este tipo de industria. En las islas se comienza a probar el lanzamiento de propuestas como la espirulina, una clase de alga muy apreciada en el mundo de la nutrición por sus importantes propiedades al carecer de celulosa y contener una alta cantidad de vitaminas, se cultiva en la localidad de Agua de Bueyes, en Fuerteventura.

Solo se conoce su existencia natural en países americanos y África, así como en localizaciones concretas de Fuerteventura, como humedales y presas, donde las aves han transportado en sus patas y picos la esencia de esta alga. Peter Schilling, experto en el cultivo de Espirulina y creador junto a Daniel Acosta de Maxofarm, empresa pionera en Canarias en el cultivo de esta alga, ha explicado que las condiciones de Fuerteventura son idóneas para su cultivo. Daniel Acosta compagina este innovador proyecto con la empresa de productos naturales de aloe vera, Vidaloe, con una plantación de 10.000 plantas de aloe que combina con especias, cochinilla y elementos propios de la isla para obtener cremas o jabones de alta calidad.

Este trabajo comprometido con la sostenibilidad genera empleo cualificado y estable a diez personas en todos los distintos procesos de cultivo, manufactura, o presentación e información al público del proceso y resultado final. Además para el consumo humano, se están investigando nuevos aprovechamientos de las algas en campos como la biomedicina, la cosmética y o la industria textil, con proyectos como los que impulsa el propio BEA, que van desde la obtención de pigmentos, su uso como antioxidantes en cosmética o como antifúngicos en agricultura o su empleo en la depuración de aguas residuales.

Cooperación con Corea

La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y el Instituto Marítimo Coreano, el KMI, tienen una alianza para compartir conocimientos y experiencias en cuanto a la producción y el consumo de algas en Canarias y en Europa, en el marco del Foro Internacional del Océano España-Corea. "Hemos formalizado este acuerdo para promover el intercambio mutuo y la cooperación comercial en el sector de la pesca de ambos países y, especialmente, en los productos marinos, la tecnología sostenible, la acuicultura y el respeto al medio ambiente", destaca el presidente del KMI, Jang Woo. A juicio del presidente de la institución coreana, "Corea es uno de los países que consume más producto marino y por ello, a partir de este momento, puede haber más relaciones con Canarias".

El KMI ha elegido la ULPGC para este convenio tras tener conocimiento de que "en la Universidad existe un banco de algas que está desarrollando investigaciones en microalgas" y considera que en la institución académica canaria "está bastante avanzados en cuanto a la investigación de estos productos", ha detallado Woo. "El mercado de las algas genera unos diez u once mil euros anuales y con un crecimiento anual en demanda de entre el 3 y 5 por ciento es un mercado incipiente donde la Unión Europea (UE) tiene mucho interés", subraya el rector de la ULPGC, Rafael Robaina.

Como iniciativas concretas, la ULPGC y el KMI intercambiarán profesorado y harán cursos conjuntos, además de poner en marcha otros proyectos relacionados con la economía azul, la acuicultura y la pesca. El KMI fue fundado en Corea del Sur en el año 1984, está especializado en las áreas marinas y de pesquerías y es el centro de investigación más importante del país en estos dos sectores y en las industrias derivadas de los mismos.