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Iberdrola, un gigante que es bandera de España por el mundo

  • La centenaria compañía vasca, la primera eléctrica europea y la segunda del mundo, está presente en cerca de 30 países y cuenta con trabajadores de 90 nacionalidades
Parque eólico Valtierra.

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Iberdrola es el hilo que conecta a las empresas españolas con el mundo a través de su red de proveedores repartidos en cerca de 30 países. La eléctrica que preside Ignacio Galán lleva la bandera española con orgullo, potenciando la internacionalización de sus más de 20.000 proveedores, a los que efectuó compras por más de 18.000 millones de euros el año pasado.

Iberdrola cuenta con proveedores de casi todas las comunidades autónomas españolas, contribuyendo así a la vertebración del territorio y a la creación de oportunidades industriales y de innovación en un mercado en crecimiento, con un alto componente exportador. Estas colaboraciones suponen una oportunidad para desarrollar cadena de valor en el país y situar a la industria española como referente internacional.

Navantia, Windar, Ingeteam o Haizea Wind, por ejemplo, son algunas de las empresas españolas en las que Iberdrola confía para la construcción de componentes críticos de sus parques eólicos marinos Wikinger (Alemania) e East Anglia ONE (Reino Unido) y los que mantiene en desarrollo, como es el caso de Saint Brieuc (Francia). Estas empresas amplían así sus capacidades en este sector de futuro de cara a las pequeñas y medianas empresas españolas, a su vez proveedores.

El impulso es, además, más intenso en los sitios más pequeños. Más del 70% de la capacidad renovable total instalada de Iberdrola se encuentra en municipios de menos de 10.000 habitantes.

La compañía persigue, al confiar más del 80% de sus compras a proveedores locales, lograr en estas localidades un efecto de fijación de población, mejorar las tasas de desempleo y aumentar la renta media bruta del municipio.

Y es que, detrás de Iberdrola, hay todo un mundo de personas, talento, innovación, de vanguardia tecnológica y de actividad económica. La compañía, con más de 100 años de historia, ha vivido en los últimos 20 una enorme transformación empresarial que le ha permitido pasar de ser una sociedad casi exclusivamente española a estar presente en todo el mundo y suministrar energía a cerca de 100 millones de personas. La compañía es la mayor eléctrica de Europa y la segunda más grande del mundo por capitalización con un valor de unos 70.000 millones de euros.

Sus grandes áreas de negocio son España, Estados Unidos, Reino Unido, Brasil y México. En este último país ha vendido aproximadamente el 55% de su negocio en términos de ebitda, esencialmente el vinculado a ciclos combinados.

Apuesta por las energías renovables

El secreto de esta evolución reside en que el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, empezó a apostar por las energías renovables hace más de dos décadas como un pilar fundamental sobre el que construir un modelo de negocio limpio, fiable e inteligente. A pesar de ser vistos con reticencias en los primeros años, la compañía ha demostrado a lo largo de los ejercicios que la electrificación de la economía y la apuesta por las energías renovables son el único camino que debe seguirse en la descarbonización del planeta.

Dado este compromiso, la compañía, desde que Galán llegó a su cúpula en 2001, ha invertido unos 150.000 millones de euros en la transición energética para acelerar el desarrollo de las energías renovables, redes y almacenamiento, generando un impacto positivo para la economía y la sociedad, pero también para la naturaleza.

De hecho, gracias a esta visión, Iberdrola es hoy en día un líder mundial en energías renovables, superando los 42.000 MW operativos, lo que implica que tiene una de las carteras en funcionamiento más limpias de todas las eléctricas del mundo. Es la gran abanderada de la transición energética hacia una economía mundial baja en emisiones, y una referencia en el desarrollo de las redes eléctricas, necesarias para que la energía limpia llegue a hogares y empresas.

Así, la compañía ya opera uno de los sistemas de distribución más importantes del mundo, con más de 1,2 millones de kilómetros de redes con más de 4.500 subestaciones y 1,6 millones de transformadores, construidos y operados para suministrar un servicio de alta calidad y fiabilidad a más de 34 millones de puntos de suministro de electricidad.

Iberdrola ha conseguido esta posición mundial gracias a los más de 42.000 empleados con los que cuenta en la actualidad, de más de 90 nacionalidades distintas, que permiten generar un clima de diversidad y conocimiento indispensable en la sociedad actual. Además, dado el efecto arrastre del sector, Iberdrola sostiene unos 500.000 puestos de trabajo directos, indirectos e inducidos alrededor de todo el mundo.

Líder en la transición energética

Pero el objetivo de Iberdrola es seguir liderando la transición energética del planeta, a través del despliegue de fuentes renovables, redes y almacenamiento energético esenciales para hacer frente a los retos actuales. Acelerar la transición energética no solo permitirá abordar con éxito la crisis climática, sino que también desempeñará un papel fundamental para mejorar la seguridad energética y la competitividad y para crear empleo sostenible en toda la cadena de valor.

Sus emisiones se sitúan en 55 gramos por kWh en Europa, un 80% menos que la media del sector. Actualmente, Iberdrola ya genera el 100% de su energía con cero emisiones en países como el Reino Unido, Alemania y Portugal.

Producido por EcoBrands