"Soy consciente de que como empresario puedo y debo contribuir a dar continuidad al cultivo de la patata"

Patatas Meléndez, compañía vallisoletana líder en el sector de la patata fresca con un 20% de cuota de mercado, llevaba meses anunciando la puesta en marcha de su nueva fábrica de más de 21.000 metros cuadrados, en la cual ha invertido más de 36 millones de euros.

A día de hoy, esta planta de producción es ya una realidad: fue inaugurada hace dos semanas, en concreto el pasado 29 de marzo, en un acto presidido por Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta de Castilla y León, al que acudieron múltiples personalidades del panorama político y empresarial. Javier Meléndez, CEO de este operador de patatas que facturó 110 millones de euros en 2022 y cuyo grupo comercializó 200.000 toneladas de patatas, nos explica en profundidad este proyecto personal con el que su empresa se posicionará como un referente en Europa.

¿De dónde surge la idea de construir la fábrica más moderna de Europa en el sector?
Tal y como tuve la oportunidad de contar en la inauguración de la fábrica, la idea de construir esta planta de producción surgió en los primeros meses de la pandemia de covid-19. Debo admitir que en Patatas Meléndez fuimos afortunados: disparamos nuestra facturación, duplicamos la producción y pudimos satisfacer la demanda de todos nuestros clientes.

Sin embargo, yo considero que un empresario debe arriesgar y ser cada día más competitivo, por lo que me marqué el objetivo de aumentar nuestra eficiencia como compañía, así como nuestra capacidad productiva. La manera de alcanzar esta meta era poner en marcha una fábrica con la tecnología más revolucionaria del mercado e implantar las innovaciones necesarias para posicionarnos como referentes en el sector a nivel europeo, así que me puse a trabajar en ello y hoy puedo decir que he cumplido un sueño.

¿Qué mejoras habéis conseguido gracias a esta planta de producción?

Sin duda, gracias a todas las innovaciones que hemos implantado en la nueva fábrica vamos a conseguir maximizar, todavía más, la calidad de nuestras patatas. Cuando decidí llevar a cabo este proyecto, siempre tuve claro que trataríamos a la patata como a una fruta. De hecho, viajé por Europa y Canadá para tomar ejemplo de las mejores fábricas de fruta. Patatas Meléndez tiene un modelo de negocio orientado a la calidad, por lo que seguir trabajando en esta línea era fundamental para nosotros.
Como he comentado antes, potenciar la eficiencia de la compañía era otro de los objetivos. La eficiencia es primordial para que una empresa prospere y tenga éxito, y gracias a la automatización de muchos procesos, la mejora de la eficiencia es transversal a todos los departamentos de la compañía y hemos conseguido un gran ahorro en costes de producción.

Por supuesto, dejar un legado sostenible y reforzar la seguridad de nuestros trabajadores estaban entre nuestras prioridades. Para mí, las personas siempre estarán en el centro del negocio, desde el agricultor hasta todas y cada una de las personas que intervienen en la cadena alimentaria y que logran que el consumidor tenga encima de su mesa una patata excelente.

Los selectores ópticos clasifican las patatas por tamaño, forma y calidad.

¿Qué tecnologías habéis implantado en la fábrica?
Las innovaciones de la nueva fábrica son innumerables, y las nuevas instalaciones están diseñadas para proteger a la patata del daño mecánico. Me gustaría destacar la implantación de los selectores ópticos, los cuales clasifican las patatas por tamaño, forma y calidad. Además, para Patatas Meléndez siempre ha sido vital controlar la trazabilidad de la materia prima de principio a fin, algo que conseguimos con los nuevos sistemas monitorizables y parametrizables.

Por otra parte, nuestro almacén inteligente y robotizado nos ha permitido aumentar en un 700% el almacenaje actual y minimizar las emisiones de alcance 1. El transporte mediante AGV posibilita la navegación autónoma y, por tanto, mejora la gestión logística; y los robots antropomórficos benefician nuestra capacidad productiva de envasado.

En cuanto a sostenibilidad, ¿qué mejoras introduce la nueva fábrica?
Cuando tomé la decisión de hacer realidad este proyecto, sabía que la sostenibilidad debía ocupar un papel destacado, como no podía ser de otra manera. Nuestra materia prima procede de la tierra y cuidar el entorno y el origen son nuestros principales valores como compañía, y es por ello que hemos desarrollado una estrategia alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Para la empresa es prioritario contribuir a minimizar la huella de carbono, y desde Patatas Meléndez nos hemos comprometido a reducir en un 25% las emisiones de CO2. Además, gracias al almacén inteligente y robotizado, disminuiremos las emisiones de alcance 1.

Por otra parte, el ciclo del agua se optimiza, con lo que reducimos la huella hídrica; y también realizamos un mayor consumo de energía verde, por lo que en la fábrica automatizada el autoconsumo es de un 40%.

¿Qué impacto va a tener la fábrica en un territorio como Medina del Campo?

Castilla y León es la zona de producción de patatas más importante de España, y la industria agroalimentaria de la región es una de las más destacadas del país. Medina del Campo es la tierra que vio nacer mi empresa, y supe desde el principio que quería seguir generando riqueza en ella. Soy consciente de que como empresario puedo y debo contribuir a dar continuidad al cultivo en una época marcada por la despoblación y la deslocalización.

Ubicar este proyecto en lo que ahora denominamos la España vaciada supone apostar por el relevo generacional que la agricultura necesita y profesionalizar el sector. Por otra parte, es una vía para atraer empleo joven y especializado: a día de hoy, puedo decir que hemos formado un departamento de IT compuesto por 9 personas expertas que se han sumado a este reto profesional.