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El combustible hecho con residuos que está conquistando MotoGP

  • La máxima categoría del motociclismo se prepara para su transición energética: a partir de 2027, en MotoGP solo se correrá con combustible renovable

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Junto a Joan Mir es el 50% del equipo Repsol Honda, la insignia con la que ha tocado seis veces el cielo del motociclismo. Después de dos años sin poder competir a su máximo nivel, Marc Márquez se siente de nuevo preparado y con posibilidades para ser campeón del mundo. La primera cita del Mundial será el próximo 26 de marzo en Portugal, pero la confianza y las buenas sensaciones se han hecho notar en las jornadas de entrenamiento.

El objetivo es exprimir al máximo el rendimiento de la Honda RC213V que le va a acompañar durante la temporada, pero no es la única meta en la cabeza del piloto. Así lo demostró el pasado 10 de noviembre en un test en el Circuito de Madrid Jarama-RACE, donde prensa y aficionados pudieron disfrutar de su destreza a lo largo del trazado del recinto, con una moto con características muy similares a las de su MotoGP. Sin embargo, la prueba escondía un reto añadido: el combustible que estaba usando no era el de siempre.

Durante las doce vueltas que dio al circuito, el vehículo aceleró gracias a un biocombustible desarrollado a medida en Technology Lab, el centro de innovación de Repsol. "No he notado diferencia", comentaba Márquez a su equipo técnico nada más terminar la prueba. "Es una muy buena noticia […] La respuesta del gas, de la moto, era completamente igual", matizaba el piloto de Cervera.

No es un experimento casual, la categoría reina del motociclismo se prepara para su transición energética hacia una movilidad más sostenible medioambientalmente y los combustibles renovables van a ser claves para conseguirlo. De hecho, la hoja de ruta diseñada por Dorna busca que su integración en los circuitos sea una realidad cuanto antes: a partir de 2024, las MotoGP usarán un mínimo del 40% del combustible de origen no fósil, hasta alcanzar el 100% en 2027.

Estos carburantes renovables son compatibles con los motores de combustión y una de las apuestas para descarbonizar la competición

De momento, las esperanzas están puestas en los biocombustibles avanzados, un tipo de combustible renovable producido a partir de residuos sostenibles de origen orgánico como aceites de cocina usados, restos de aceites vegetales, desechos de la industria agroalimentaria, la agricultura o la ganadería. Lo interesante de esta alternativa es que, al elaborarse a partir de residuos, consiguen reducir hasta en un 90% las emisiones netas de CO2 en todo el ciclo de vida del combustible, desde su fabricación hasta su uso. Tienen, asimismo, otras ventajas añadidas: "Además de reducir la huella de carbono, estos combustibles renovables tienen propiedades muy parecidas, casi idénticas, a los combustibles que hoy utilizamos, por lo que son totalmente compatibles con los motores de combustión de nuestros vehículos", destaca Dolores Cárdenas, experta en Desarrollo de Combustibles en Repsol Technology Lab.

Un territorio para diseñar la movilidad del mañana

Precisamente, es su versatilidad y compatibilidad con los motores de combustión, aún dominantes en muchas de estas disciplinas, lo que ha catapultado a los combustibles renovables a la primera línea de los planes de descarbonización del deporte de motor. Un producto innovador y un ejemplo de economía circular cuyo desarrollo beneficia no solo a la competición, sino también a la industria. "En el deporte de motor está la vanguardia tecnológica del sector", señala Dolores Cárdenas. "Es un entorno de estrecha colaboración tecnológica entre los fabricantes de motores, de combustibles… y en el que se dan las condiciones más extremas en las que queremos exponer a nuestros productos […] Por ello, es un banco de pruebas excepcional para desarrollar y evaluar nuestros productos", matiza la experta.

"El deporte de motor es un banco de pruebas excepcional para desarrollar y evaluar nuestros productos", Dolores Cárdenas, experta en Combustibles Renovables de Repsol Technology Lab

De hecho, el caso de MotoGP no es una excepción. Isidre Esteve culminó este enero su octavo Dakar, y lo hizo a bordo de un Toyota Hilux T1+ alimentado con un 75% de combustible de origen renovable. En 2021, la competición de rally anunció su plan para llegar a ser neutra en carbono con la incorporación de carburantes más sostenibles y otras tecnologías que permitan que en 2030 todos los vehículos que de la prueba se nutran de energías alternativas.

El campeonato francés de Fórmula 4 protagonizó en 2022 otro hito en la transición energética del motor al convertirse en la única competición en utilizar combustible 100% renovable en todos los monoplazas. Para conseguirlo, fueron necesarios 30.000 litros de biocombustible avanzado que Repsol produjo de acuerdo a los criterios de sostenibilidad establecidos en la Directiva Europea de Energía Renovable (RED) y los parámetros de la especificación 'Advanced Sustainable Fuel' que marca la Federación Internacional de Automovilismo (FIA).

El campeonato francés de Fórmula 4 se convirtió en 2022 en la primera competición que utilizaba combustible 100% renovable en todos los monoplazas

MotoGP, Fórmula 4 o el Dakar son solo algunos ejemplos de una tendencia que se extiende imparable por el mundo del motor, donde los combustibles renovables se preparan para dar el salto a la movilidad en general. No será la única tecnología que defina el futuro sostenible de la competición, pero, de momento, han demostrado que tener las garantías y prestaciones necesarias para que el espectáculo no solo continúe, sino que lo haga reduciendo las emisiones netas de CO2.