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Ence: bioeconomía circular frente a los retos medioambientales

  • Ofrecido por Ence
  • Promueve el uso responsable de recursos naturales, biodegradables y renovables

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La bioeconomía circular constituye la mejor de las respuestas al reto climático que afronta nuestra sociedad y nuestro planeta.

Cuidar y preservar los valores medioambientales pasa por fomentar e impulsar este modelo, uno de los motores de transformación de la economía mundial. Así, a través de la bioeconomía se afrontan varios desafíos de manera simultánea, como la lucha contra el cambio climático, el avance en favor de la igualdad de oportunidades y el impulso hacia una economía verde, que permitan además la creación y distribución por todo el territorio de empleo y actividad económica.

Con el impulso de la bioeconomía se promueve el uso responsable de recursos biomásicos, renovables, en sustitución de las materias basadas en combustibles fósiles, con el fin de lograr productos más sostenibles. Además, transformar el actual modelo lineal en un modelo circular, en el que se aprovechen con total eficiencia materias primas y recursos, resulta imperativo para preservar los valores ambientales de los ecosistemas terrestres. El usar y tirar pertenece al pasado. Y el sector industrial tiene en todo ello un papel protagonista.

Ence – Energía y Celulosa, como compañía que apuesta decididamente por una economía basada en el modelo circular, centra su actividad en el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales -como son la madera y la biomasa-, para el suministro de celulosa y la generación de energía renovable. Un modelo de respuesta ante los retos presentes y futuros que afronta nuestra sociedad, que permite contar en nuestro país con una industria sostenible y que contribuye a preservar los valores ambientales del planeta.

El proceso productivo de Ence se inicia con la gestión forestal responsable de las masas forestales, de los que Ence obtiene la madera y la biomasa como materias primas para su actividad. En sus propios montes, así como a través de toda la cadena forestal, Ence aplica un sistema integrado de gestión forestal, avalado por las más exigentes certificaciones internacionales, y apuesta por un constante trabajo de I+D+i. Se presta especial atención a la mejora silvícola y al control de plagas y enfermedades.

Ejemplos de la gestión forestal sostenible que aplica Ence se encuentran en los montes de Santarandel (A Coruña) y de la sierra de Aracena y Picos de Aroche (Huelva). La compañía ha certificado recientemente estos espacios como servicios ecosistémicos, yendo un paso más allá en la labor de preservación de la biodiversidad en estos territorios. Así, se ha certificado el empeño de Ence por mantener y potenciar el desarrollo de las especies vegetales presentes; aumentar la riqueza florística de especies características propias; o proteger las comunidades e individuos de flora y fauna identificados y localizados.

A través del suministro de celulosa, Ence ofrece a la sociedad una materia prima de origen natural, renovable, biodegradable y reciclable, que en multitud de casos sustituye a otros materiales como los plásticos y sus derivados, con una mayor huella ambiental y con mayores dificultades para su recuperación y reciclado.

La línea de productos "Ence Advanced" es un buen ejemplo de ello: por su versatilidad y su reducida huella ambiental, proporciona alternativas sostenibles de celulosa que se pueden aplicar a productos como bandejas alimentarias, embalajes o papeles especiales. Es el caso de Naturcell, la celulosa no blanqueada de Ence, que minimiza el consumo de energía, químicos y materia prima frente a la celulosa estándar, lo que la convierte en un producto excepcional tanto en calidad como en sostenibilidad.

Las biofábricas de Ence son autosuficientes energéticamente, al aprovechar el calor excedentario del proceso y valorizar energéticamente la lignina, material natural presente en la madera, y la biomasa resultante de todo el proceso desde el propio monte. Así, mediante energía renovable, las instalaciones de la compañía son capaces de autoabastecerse, y contribuir, al mismo tiempo, a la descarbonización del sistema eléctrico. En resumen, más energía renovable y gestionable frente al uso de combustibles fósiles.

Biofábrica Ence en Navia (Asturias).

Las biofábricas de Ence son, además, unas instalaciones en las que se aplican las mejores técnicas disponibles, para garantizar la excelencia ambiental y la máxima eficiencia en los procesos. Más allá del cumplimiento de la normativa vigente, estas instalaciones son referentes en el sector, marcando en muchos parámetros los mejores resultados en este tipo de plantas de todo el continente europeo. De hecho, las biofábricas de Ence en Navia y Pontevedra han sido reconocidas con el certificado ambiental Nordic Swan, y su celulosa, con la etiqueta Ecolabel de la Unión Europea, entre otros reconocimientos ambientales.

De igual manera, ambas cuentan con el certificado Residuo Cero de AENOR, que garantiza que en ellas se valorizan una muy alta parte de los residuos generados en el proceso (con valores superiores al 95%), y del certificado SURE, un esquema de verificación que avala la gestión sostenible de la biomasa utilizada en la generación renovable de su energía. Y, merced al compromiso de Ence con la sostenibilidad, en ambas biofactorías se avanza en la reducción en el consumo de agua, una condición esencial en la adaptación a las circunstancias que impone el cambio climático.

En este sentido, la compañía es pionera en el sector, al haber iniciado recientemente en Pontevedra las pruebas para la posible reutilización de las aguas de una estación depuradora cercana para el proceso de la planta, impulsando aún más el carácter circular del modelo de Ence.

Con el propósito de continuar impulsando la bioeconomía, Ence proyecta sus inversiones siguiendo las mismas líneas presentes en su modelo actual. Así, para la biofábrica de Navia se avanza en el plan denominado "Navia Excelente". Se compone de tres líneas de inversión, que permitirán consolidar la diversificación de la producción hacia productos diferenciados de celulosa, avanzar en su descarbonización mediante un uso eficiente y novedoso de la lignina, y posibilitar la producción de celulosa para productos absorbentes. Este último proyecto, el más avanzado, permitirá suministrar desde Navia, y con una menor huella ambiental, un producto que actualmente es importado desde el continente americano.

Del mismo modo, el compromiso con el planeta está muy presente en el proyecto que Ence estudia implantar en As Pontes (A Coruña), dentro de un espacio procedente de una antigua central térmica alimentada con carbón. Allí, la compañía analiza la posible instalación de una bioplanta para la producción de fibra reciclada y biomateriales, completamente alineada con la bioeconomía circular y a la vanguardia internacional, que permitirá contribuir al reciclado de papel y al uso de estas fibras en nuevas aplicaciones papeleras.

El proceso productivo de esta bioplanta será sostenible de principio a fin. Así, no se utilizarán combustibles fósiles en ninguna fase, será autosuficiente desde el punto de vista energético, y contará con un consumo de agua mínimo. Todo ello para seguir contribuyendo de manera determinante al cuidado del medio ambiente y al desarrollo y a la actividad sostenible en el territorio.

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