Bankinter, dispuesto a seguir la operación de venta de Evo
- Apollo debe decidir si vuelve a abrir el proceso tras la salida de Crédit Mutuel
Eva Díaz
La ruptura de las negociaciones entre el grupo financiero francés Crédit Mutuel y el fondo norteamericano Apollo por la compra de Evo Bank vuelve a situar a Bankinter en la puja por hacerse con la entidad. La consejera delegada del banco, María Dolores Dancausa, reconoció en la presentación de resultados del primer trimestre que Bankinter sí miró Evo Bank, pero finalmente no entró en el proceso de venta.
No obstante, Dancausa no cerró la puerta a una futura compra al añadir que si la entidad interesada en Evo se saliera finalmente del proceso de venta, como ha ocurrido, podrían volverlo a mirar. "Nosotros tenemos un historial de ver muchas cosas y no comprar ninguna o casi ninguna; bueno, en España, ninguna", dijo el pasado abril.
De momento, Bankinter continúa remitiéndose a dichas declaraciones de su consejera delegada, mientras que Apollo no hace comentarios al respecto.
El fondo se hizo con Evo hace cinco años y tenía la obligación de mantener la entidad hasta finales de este año. Es decir, a partir de 2019 podría venderlo. No obstante, eso no implica que no se pudieran iniciar las negociaciones para una futura compraventa, a pesar de que no se iba a hacer efectiva hasta el ejercicio próximo, según informan fuentes conocedoras del caso.
Punto muerto
Sin embargo, la marcha atrás de Crédit Mutuel por desacuerdos con el precio -el fondo pedía una cantidad cercana a los 300 millones de euros- no implica la venta inmediata de la entidad. Ahora mismo la pelota está en el tejado de Apollo que mantiene parado el proceso y debe decidir si volver reabrirlo o subastar el banco.
Evo ejecutó a finales del año pasado su reestructuración más agresiva, que consistió en el cierre de 39 de las 44 sucursales que tiene en España y el despido del 60% de su plantilla hasta situarla en 180 empleados. El banco justificó los recortes bajo el argumento de adaptarse al actual contexto de transformación digital e innovación tecnológica. En este aspecto, el banco invirtió 15,3 millones de euros en innovación y tecnología el pasado ejercicio y se fijó realizar una inversión de otros 15,7 millones de cara a este año.
La entidad cerró el año pasado con un beneficio de 23,9 millones de euros, prácticamente el mismo resultado que obtuvo un ejercicio antes, en el que ganó 24,06 millones de euros. El margen financiero creció un 21,51%, hasta los 174,5 millones, mientras que el margen bruto se elevó un 43,98%, hasta los 289 millones.