BFA reserva otros 621 millones para preferentes por el aluvión de demandas
- La matriz ha pagado ya 1.136 millones al margen del proceso arbitral
Fernando Tadeo
La matriz de Bankia, BFA, provisionó el año pasado otros 621 millones para hacer frente al aluvión de demandas judiciales presentadas por los antiguos clientes de participaciones preferentes y deuda subordinada. Con esta dotación, la hucha que ha tenido que reservar el grupo para atender estas reclamaciones asciende a 1.757 millones al margen del coste que supuso la devolución llevada a cabo a través del proceso de arbitraje que puso en marcha la entidad poco después de su nacionalización. A través de este procedimiento los preferentistas percibieron algo más de 1.100 millones.
BFA se ha visto obligada a incrementar el colchón porque su dinero se había agotado. A finales de 2015, el importe del mismo ascendía a 1.136 millones. En 2016, tras la dotación extra, se situaba en 598 millones. Debido al acuerdo entre el holding y Bankia, el primero asume un 60 por ciento del quebranto por litigios, mientras que la segunda se hace cargo el 40 por ciento.
Los fondos podrían no ser suficientes, según advierte la matriz, controlada en su totalidad por el Estado a través del fondo de rescate bancario Frob. ?La potencial contingencia derivada de las futuras demandas podría alcanzar a un máximo adicional estimado, incluido intereses de demora, el entorno de los 1.150 millones más los gastos judiciales asociados?, alerta BFA.
Elevada incertidumbre
El holding explica que a día de hoy existe una ?elevada incertidumbre? asociada a la evolución de los nuevas causas abiertas y recibidas, así de las que se podrían presentar a partir de ahora.
Solo el ejercicio pasado tuvo que pagar a los preferentistas 486 millones de euros, cantidad que se elevó también por la caída de la cotización de Bankia en bolsa por la inestabilidad política en Europa. Una de las variables clave para determinar la indemnización es el valor de los títulos de la cotizada, ya que las preferentes fueron canjeadas con quitas por acciones de la entidad.
Esta partida mermó sustancialmente sus resultados de BFA e impiden un año más a que el Estado pueda ir recuperando parte de las ayudas recibidas al grupo, que ascienden a 22.500 millones de euros. El coste de las preferentes superó con creces los dividendos que BFA percibió de Bankia en virtud de su participación del 66 por ciento, que se situó en 195,3 millones.
Las ganancias de BFA-Bankia se redujeron un 95 por ciento en 2016, hasta los 65 millones, como consecuencia también de la falta de ingresos extraordinarios obtenidos con la venta de cartera de deuda, la situación de los tipos de interés negativos y las provisiones que tuvo que llevar a cabo Bankia por cláusulas suelo. En términos individuales, BFA aportó al grupo nacionalizado unas pérdidas operativas de 481 millones, frente a los beneficios de casi 600 millones de 2015.
En los últimos años, la entidad ha tenido que materializar un esfuerzo relevante para asumir indemnizaciones a sus clientes y accionistas. Aparte de las devoluciones por preferentes, BFA-Bankia ha desembolsado más de 1.700 millones por las reclamaciones de inversores particulares que acudieron a la salida a bolsa. Aún tiene una provisión de 60 millones para demandas no resueltas y futuras por la oferta pública de títulos de mediados de 2011.
Los quebrantos por mala comercialización de productos por parte de las antiguas cajas que integran el grupo podría superar con creces los 5.000 millones de acuerdo con los abonado hasta el momento y las estimaciones.