Banca y finanzas

La banca vuelve a instalar cajeros para empujar el autoservicio y bajar costes

  • El censo de máquinas sube por vez primera desde 2008

Eva Contreras

La red de la banca está inmersa en una radical transformación. Por vez primera desde 2008 las entidades se afanan en instalar nuevos cajeros automáticos mientras echan la persianilla en más y más sucursales. El censo de terminales expendedoras aumentó, en concreto, en 1.250 equipos en un primer semestre donde se clausuraron otras 881 oficinas, como revelan las últimas estadísticas del Banco de España.

El fenómeno es reflejo de dos situaciones casi antagónicas. Acuciados por la imperiosa necesidad de abaratar los gastos operativos para mejorar unos márgenes presionados por los tipos bajos, el sector cierra red tradicional e incentiva el autoservicio entre sus clientes para habituarles a la relación remota. Subyace el interés en centrar los esfuerzos de sus gestores en el asesoramiento y comercialización de productos, y que no pierdan el tiempo en tareas transaccionales, carentes de valor; y acelerar, al tiempo, la transformación digital persuadidos de que será el futuro porque lo exige el cliente, aunque a fecha actual no está ofreciendo grandes réditos.

El problema del masivo cierre de sucursales es dejar poblaciones o barrios desasistidos, algo que se ha comenzado a encarar con últimas generaciones de cajeros multifunción y sucursales itinerantes o de horarios limitados.

Y a este fenómeno se añade la ruptura del esquema tradicional donde los bancos de Servired, Euro6000 y 4B trataban al cliente de otra entidad de su Club casi como si fuere propio y ahora sufren comisiones si usan cajeros de otro banco.

Al cierre de junio había 51.114 máquinas instaladas y 30.040 oficinas, cuyas redes han sufrido un adelgazamiento del 17,17% y 34,27%, respectivamente, desde sus máximos en 61.714 terminales y 45.707 locales operativas existentes hace ocho años. Sin embargo, durante los seis primeros meses del año el censo de terminales subió un 2,51%, mientras desaparecían otro 2,84% de locales.

A futuro la tendencia se acentuará porque numerosos bancos preparan nuevos ajustes de oficinas y crecen los dispuestos a instalar terminales. Algunas, como Bankia e ING Direct, han puesto más equipos para facilitar a sus clientes una red mayor donde extraer efectivo sin sufrir comisiones.

Otras, también como Bankia o Abanca, han llenado algunas sucursales de autoservicios para especializarlas en tareas administrativas puras, y con horarios ampliados, para liberar al resto de oficinas de gestiones sin valor y volcarlas en el asesoramiento. Otras, como Liberbank, apuestan por instalar sofisticadas máquinas donde el cliente puede comunicarse con gestores remotos para que le ayude en trámites o a contratar productos y servicios.

La nueva estrategia de comisiones no ha fulminado el paseo al cajero pero sí está ayudando a abrir camino a la tarjeta en compras directas. El número de operaciones en tiendas, servicios o el mismo taxi crece a ritmos superiores al 12% interanuales en junio frente al 0,92% que lo hacen las visitas al autoservicio.

El temor a no encontrar un equipo amigo hace que se transite menos y se saque más dinero en cada disposición. Tanto es así que el volumen extraído aún crecía un 3,18% en junio, pero muy inferior al 10% que lo hacen los importes pagados en comercios.