Banca y finanzas
BMN incrementa un 80% sus 'activos tóxicos' desde la limpieza de la Sareb
- La entidad eleva a 2.678 millones los inmuebles y los préstamos al promotor
Fernando Tadeo
BMN ha incrementado el volumen de activos tóxicos un 80% desde que limpió su balance con el traspaso de gran parte de los créditos al promotor y los adjudicados a la Sareb, en el primer trimestre de 2013.
Desde entonces, la financiación al inmobiliario y los activos relacionados con el ladrillo no han dejado de subir. En concreto, el incremento alcanza un 80% hasta finales de 2015.
El volumen de créditos a este colectivo y de pisos y suelos de BMN asciende a 2.678 millones sin tener en cuenta las provisiones para ajustar su valoración a precios de mercado, frente a los casi 1.500 millones que el banco nacionalizado tenía justo después de la limpieza de su balance en el marco del rescate europeo al sistema financiero español.
Por tipología, los créditos al promotor suben a los 884 millones, lo que supone un crecimiento del 66,1%, mientras que los activos adjudicados se elevan a 1.794 millones, un 87,6%.
El alza experimentada en los créditos obedece, según la entidad, a un cambio en la reclasificación de una cartera destinada a la financiación de proyectos turísticos y para viviendas dirigidas al alquiler. De hecho, BMN tiene prohibido por Bruselas conceder préstamos a este segmento de actividad al haber percibido ayudas públicas.
A contracorriente
Tanto en 2014 como en 2015 sus créditos al promotor y sus adjudicados avanzaron, en contra con la tendencia del sector financiero, que ha visto descender el volumen de activos improductivos en los últimos dos años gracias al desplome de la financiación. Esta bajada se ha debido a varios factores. Por un lado, el vencimiento de algunos créditos. Por otro, el canje de deuda por inmuebles, lo que ha provocado que éstos continúen subiendo aún. Y por otro, la venta de carteras a fondos de inversión.
BMN, como muchas entidades, logró deshacerse de préstamos morosos tanto en el sector inmobiliario como en la actividad de consumo. En concreto, en 2015 desinvirtió carteras por un nominal de 192 millones. Con estas operaciones se anotó pérdidas de 4 millones.
La entidad nacionalizada, con los objetivos de avanzar en su proceso de saneamiento y de incrementar la recuperación de las deudas impagadas por parte de sus clientes, cerró el pasado 30 de diciembre la venta de su unidad de recobro a Lindorff.
Gana 23 millones con el recobro
La transacción ha generado a la entidad unas plusvalías de 23 millones, que se anotaron en enero, tras su materialización. La venta ha conllevado la cesión de los activos y pasivos de la unidad de control y seguimiento de los créditos vencidos, al igual que los trabajadores de la misma.
Adicionalmente, ambas partes han suscrito un acuerdo de colaboración, por el que Lindorff a partir de ahora gestionará la recuperación de los créditos morosos de BMN de manera exclusiva y para un periodo inicial de ocho años.