Banca y finanzas

La gran banca gana un 60% más en España, pero sin aumentar el crédito

  • Los principales grupos mejoran ingresos financieros y reducen provisiones

Fernando Tadeo, Lourdes Miyar

España ha dejado de ser un problema para el sector financiero. Las grandes entidades ha conseguido mantener la mejora iniciada el año pasado durante el arranque de 2015. En el primer trimestre las seis grandes cotizadas (Santander, BBVA, Bankia, Caixabank, Sabadell y Popular) han incrementado sus beneficios en nuestro país un 60,79%, hasta alcanzar los 1.384 millones en conjunto.

Las cuentas reflejan una caída de las provisiones por morosidad y los costes operativos y ya no dependen tanto de los ingresos obtenidos por la venta de deuda pública con fuertes plusvalías. Pero tampoco se sustentan en un aumento de la cartera crediticia, a pesar de la producción se incrementa a doble dígito. En conjunto, el stock de préstamos concedidos por los seis principales bancos baja un 1,5% de manera orgánica. Si se incluye la absorción de Barclays en enero por parte de Caixabank, el saldo crece un 2%.

Ninguna logra que su cartera de créditos crezca, principalmente por las amortizaciones hipotecarias, que aún son muy superiores a los préstamos nuevos. Algunas, como el Santander y Sabadell, aumentan tímidamente el saldo excluyendo las cesiones temporales o créditos 'repo', un activo que consideran muy volátil.

La mayor parte de los seis grandes son optimistas para el conjunto de este año. Esperan que sus créditos registren repuntes en la recta final del ejercicio, aunque alejan a 2016 un crecimiento de la cartera del sistema. Será entonces cuando el volumen de las hipotecas formalizadas superen a los vencimientos, ya que en el segmento de pymes y consumo esta circunstancia ya se ha producido.

El sector se ve inmerso en una guerra por captar clientes a través de la concesión de préstamos, con el objetivo de elevar su cuenta de resultados y su rentabilidad, que en algunos casos se encuentra aún muy por debajo del coste de capital.

Esta batalla ha permitido que el margen de intereses empiece a subir. Sólo en Bankia bajan en el primer trimestre. Los tipos que cobran, pese a la presión, son aún superiores a los intereses medios de la cartera crediticia. A este factor se une la caída histórica del gasto de financiación, tanto en los mercados como en los depósitos.

Presión en los márgenes

Pero algunas entidades, como BBVA y Santander, han destacado en los últimos días que esta mejora de los márgenes está a punto de terminarse y sólo puede mantenerse por la vía del aumento del negocio. Por un lado, algunos créditos podrían dejar de ser rentables en los próximos meses. Es más, el consejero delegado de BBVA, Ángel Cano, alertó de la posibilidad de que algunos estén ofreciendo préstamos a pérdidas, una práctica que, a su juicio, recuerda a lo que ocurrió en 2010 con la guerra de los depósitos y que tanto daño hizo al conjunto del sector.

Por otro lado, lo que pagan por los depósitos está empezando a tocar suelo, aunque aún queda algo de recorrido a la baja. El consejero delegado del Santander, José Antonio Álvarez, considera que podrían reducirse desde el 0,4-0,5% de la actualidad hasta un umbral cercano al 0,3%. En el caso de BBVA, lo que ofrece por los recursos de los clientes se encuentra ya por debajo, en un 0,28%.

La presión sobre los márgenes, que empieza a notarse en el sector, ha tenido que ser compensada con las mayores comisiones y con el ahorro de costes cosechado con los planes de recorte de personal y estructura ejecutado en los ejercicios anteriores. Además, los bancos se han beneficiado de la recuperación de la economía y, por ende, de la caída de la morosidad, que ha iniciado un descenso acelerado.

Las comisiones, la caída de las provisiones -salvo en Caixabank- y los menores costes también han amortiguado la merma de los resultados por operaciones financieras como consecuencia de las menores desinversión y plusvalías con la cartera de deuda pública. Sólo Bankia eleva estos ingresos, en un 248%.

Las cuentas hasta marzo han levantado la rentabilidad del sector. De los seis grandes, sólo el Santander sitúa el ROE a doble dígito, aunque en su caso en le cómputo no se incluye la filial inmobiliaria, que continúa generando pérdidas. BBVA no facilita esta variable.

Las entidades que aún cuentan con un ROE muy bajo son Caixabank y Popular. El grupo catalán registró a cierre de marzo una rentabilidad sobre recursos propios del 3,4% después de haberlo multiplicado por seis en doce meses. El objetivo es que alcance el 10-12% en 2018.

Menos optimista es el Popular, que espera que en este plazo el ROE ascienda al 7-8%. En la actualidad esta variable se sitúa en su caso en un 2,86%, tras haber escalado apenas nueve puntos básicos en un año.

El mercado espera que la rentabilidad de las entidades alcance el doble dígito en el medio plazo. Algunos expertos y las propias entidades ya reconocen que habrá un nuevo proceso de concentración debido a que algunos grupos no conseguirán ser rentables. Se calcula que la mitad serán absorbidos.