Banca y finanzas

Caixabank sólo apoyará la compra de Novo Banco si triunfa su oferta por BPI

    Presidente del grupo BPI, Fernando Ulrich.

    Eva Contreras

    Novo Banco -fundado con los activos sanos del antiguo Banco Espírito Santo (BES)- se ha convertido en la piedra de toque del futuro mapa luso y del desarrollo inmediato de Caixabank en el país vecino. La entidad presidida por Isidro Fainé difícilmente ayudará al Banco Portugués de Investimento (BPI) en la puja por Novo Banco si no amarra previamente la Oferta Pública de Adquisición de acciones (Opa) que lanzó sobre su subsidiaria.

    El banco de La Caixa presentó en febrero una Opa sobre el 55,9% que no controla de BPI a 1,329 euros por título. Para declararla exitosa se conforma con rebasar el umbral del 50%, pero exige que BPI suprima una limitación estatutaria antigua que topa en el 20% los derechos políticos e impide a Caixabank ejercer el poder de voto asociado al 44% que controla en su capital.

    Pulso del accionista angoleño

    Su oferta tropezó con los accionistas angoleños de BPI, que impusieron su rechazo a la Opa en el consejo de administración del banco que evaluó la propuesta y reclamaron elevarla a 2,26 euros, casi el doble del precio ofertado, con la tesis de que escatimaba las sinergias de la operación. Pero Caixabank se ratificó en una propuesta que ya incluye una prima del 27% sobre su cotización en el momento de formular la Opa y del 21% en el trimestre previo.

    El pulso lo promovió la hija del presidente angoleño y representante en el consejo del 18,6% de BPI controlado por su familia, Isabel do Santos, quien enmarañó más el proceso filtrando supuestas negociaciones con socios de Banco Comercial Portugués (BCP) para fusionarlo con BPI. A fecha de hoy, no hay formulación de la operación de concentración a los reguladores, mientras la Opa de Caixabank sigue su curso. Se encuentra a la espera de la autorización al folleto por parte de la Comissão do Mercado de Valores Mobiliários (CMVM) y la preceptiva declaración de no oposición por parte del Banco Central Europeo (BCE) y del supervisor de seguros y pensiones local.

    Entre tanto, BPI ha indicado su interés por Novo Banco, en liza con el Santander, el fondo estadounidense Apollo y los inversores chinos Fosun y Ambang Insurance. Son los cinco finalistas que, según la prensa local, quedan en carrera de los 17 inicialmente interesados. El plazo para formular ofertas vinculantes es mayo y el Banco de Portugal, que espera recuperar los 4.900 millones inyectados en el BES, quiere adjudicarlo antes del verano.

    Ampliar capital

    Si gana BPI será líder en Portugal, mercado en auge gracias a la reactivación económica. Ahora bien, quedárselo obligaría a BPI a ampliar capital por carecer de tamaño suficiente para absorberlo y difícilmente le apoyará Caixabank si fracasa su Opa, indican fuentes del mercado. El balance de Novo Banco rozaba los 65.500 millones el pasado año frente a los 42.600 millones de euros de BPI.

    A pesar del rechazo del consejo, del farol de la familia angoleña Do Santos y de que los tiempos están ajustados, queda la bala de la junta de accionistas. Los propietarios de BPI aún deben evaluar la oferta en una junta, a priori, extraordinaria, y lo que es más crítico para Caixabank, autorizar un cambio en estatutos que suprima el 20% de tope en los derechos políticos.

    Parece poco probable, aunque no imposible, la inclusión de la propuesta en el orden del día de la asamblea general fijada el día 29. Su desenlace va contrarreloj por la subasta paralela de Novo Banco. Para convocar junta suele requerirse de 15 días a un mes de antelación, y si la idea de la fusión con BCP, un proyecto sondeado sin éxito en el pasado, tomase cuerpo, el calendario se complicaría.