Banca y finanzas

La operación del Santander derrumba al sector por temor a más ampliaciones

    Santander <i>Foto: Archivo</i>


    El BCE está recomendando a las entidades con más riesgo elevar sus niveles mínimos de capital. El mercado pone en duda el valor de los activos de más de la mitad de la gran banca de Europa.

    La reacción a la macro ampliación de capital anunciada el jueves por el Banco Santander no se ha hecho esperar. Ayer, un solo día después, la acción del banco cántabro amaneció con descensos que finalmente se saldaron con la mayor caída desde 1998 (14,09 por ciento). Suficiente para tumbar a un Ibex 35 que, a su vez, también vivió su peor sesión desde septiembre de 2012 al ceder un 3,9 por ciento arrastrado por una banca que, de media, se dejó un 3,55 por ciento. Pero las secuelas no terminaron ahí. En Europa, el sector perdió en conjunto otro 2,44 por ciento. ¿La razón? Los fantasmas en torno a la posibilidad de que otros bancos también se vean obligados a reforzar su capital aparecen de nuevo. Y motivos no faltan.

    Que la acción del Santander corrigiese ayer en el mercado era de esperar, por tres motivos. El primero, el propio descuento del 10 por ciento con el que se cerró la ampliación por valor de 7.500 millones de euros, que hizo que su precio en mercado se ajustase a esa valoración. El segundo, el pago que la cántabra mantendrá en acciones. A pesar de que su nueva política de retribución contempla realizar tres de los cuatro pagos en efectivo, el restante lo repartirá en papelitos, lo que no deja de suponer una dilución para sus accionistas. Y en tercer lugar, porque este movimiento de eliminar parte del scrip ha implicado también reducir el importe de su retribución, desde los 60 céntimos hasta los 20 céntimos por acción.

    Lo que quizás no era tan previsible fue la incertidumbre que se sembró en el resto del sector. A ello contribuyeron varios factores. Uno de ellos fue la exigencia del Banco Central Europeo (BCE) a la italiana Banca Monte dei Paschi di Siena -que fue suspendida de cotización- de elevar su ratio de capital básico para garantizar su solvencia. Según Bloomberg, el BCE estaría escribiendo cartas a los bancos italianos para que eleven sus ratios mínimos de capital, tal como aseguraba ayer el diario Il Sole 24 Ore. "El hecho de que el BCE pueda pedir a los bancos que eleven o bajen sus ratios implica riesgo, es un elemento adicional de inestabilidad", asegura Fabrizio Bernardi, analista de banca. Y es que ahora el BCE es el regulador de todo el sector en Europa. Bloomberg se hacía eco de las declaraciones de los analistas Jonathan Tyce y Arjun Bowry, que afirman que el mercado pondrá en el punto de mira a las entidades que tengan un ratio de solvencia del 9-10 por ciento, siendo susceptibles de realizar ampliaciones de capital. Entre ellos están los tres grandes bancos franceses: BNP, Société Générale y Crédit Agricole; además de otras entidades como Commerzbank, Credit Suisse, Barclays y Unicredit. Esto tuvo un efecto inmediato en el mercado. Tras Santander, las más afectadas fueron las italianas: Monte dei Paschi, que bajó un 8,63 por ciento; Banco Popolare, un 7,47 por ciento; y Banca Popolare Emilia Romagna, un 6,68 por ciento.

    Más signos de alerta

    Toda esa incertidumbre que continúa generando el sector bancario europeo entre los inversores tiene un claro reflejo en el precio valor en libros de la banca. Y es que el mercado no reconoce la totalidad de los activos en un 66 por ciento de las entidades del sector. Precisamente, las entidades más denostadas son las italianas, ya que el valor de liquidación de Banca Monte dei Paschi y Banco Popolare se sitúa en 0,24 y 0,33 veces. Esto se traduce en que si ambas entidades se liquidasen hoy, el mercado no reconocería el 76 y 67 por ciento de sus activos, respectivamente. La banca española tampoco sale bien parada en la fotografía, ya que tan sólo Bankia y Bankinter cotizan por encima de su precio de derribo. Las entidades de las que más desconfía el mercado son Popular y abadell, cuyos precios de derribo alcanzan las 0,67 y 0,75 veces.

    Lógicamente, con la recogida de beneficios que se produjo tras la ampliación de capital del Santander, el banco se compra a 0,91 veces (desde diciembre de 2013 no se situaba por debajo de su precio valor en libros). "El hecho de que una compañía cotice por debajo del valor en libros ha de hacernos estar atentos, ya que o bien arrastra un problema o bien puede ser una oportunidad de compra, porque el mercado no está teniendo en cuenta el verdadero valor de la empresa", explica Victoria Torre, de Self Bank. Otras de las entidades que no convencen al mercado con su precio de liquidación son Raiffeisen Bank, National Bank of Greece o Commerzbank, infravalorados en un 55, un 65 y 58 por ciento, respectivamente.