Banca y finanzas
Weidmann y sus incondicionales arrinconan a Draghi: la división dentro del BCE es insostenible
- La irritación y el sentimiento 'anti-Draghi' predomina dentro del BCE
- Angela Merkel intentó mediar entre Draghi y Weidmann sin éxito
Los ánimos continúan 'caldeados' dentro del BCE. A la ya conocida ruptura de la relación entre Draghi y Weidmann, ahora se suman los incondicionales de Alemania, que tienen pensado reunirse con el italiano para pedirle explicaciones por su actitud y algunas de sus decisiones más controvertidas al mando de la política monetaria.
Y es que varios gobernadores de los bancos centrales de la eurozona están muy enfadados con el presidente del BCE, según relata Reuters. Draghi dio cifras concretas de la cantidad en la que se pretende hacer crecer el balance del BCE, el famoso billón de euros, algo que no ha gustado nada a algunos gobernadores.
Varios miembros del consejo del BCE aseguran que esa cifra no se iba a hacer pública. Una fuente de dentro de la institución monetaria señala que con este movimiento de Draghi "se han creado las expectativas que precisamente queríamos evitar... Ahora cualquier cosa que hacemos desde el BCE se usa para difamar la posibilidad de lograr este objetivo del billón de euros".
Pero la historia no acaba ahí. Algo muy similar ocurrió recientemente cuando el BCE anunció que pondría en marcha un plan de compra de ABS (Assets Backed Securities) o bonos respaldados por activos. Al igual que sucediera con la ampliación del tamaño del balance del BCE, el consejo acordó no dar cifras sobre este plan: "Acordamos específicamente en una reunión no poner números sobre la mesa", comenta un gobernador que prefiere mantener su procedencia en secreto, pero Draghi volvió a hablar de cifras,
La irritación y el sentimiento 'anti-Draghi' predomina dentro del Banco Central Europeo. La mayoría de los 24 miembros del consejo se han manifestado de forma pública o privada en contra las medidas del banquero italiano. Esto limitará el margen de acción de la máxima institución monetaria, justo en un momento crucial, el BCE debe decidir si se lanza a comprar deuda soberana para combatir la desinflación y el estancamiento económico.
Ante esta situación de hostilidad, varios gobernadores del BCE tienen pensado 'retener' a Draghi en la cena informal de banqueros que se celebra este miércoles, como viene ocurriendo en cada reunión mensual del BCE, en las que se valora la evolución monetaria y económica de la eurozona.
El descontento con el banquero italiano no solo reside en las diferencias a la hora de afrontar la lucha contra la crisis y la desinflación, es algo que llega a rozar lo personal. "Mario es muy reservado. Los gobernadores nacionales a veces se sienten desinformados y marginados, fuera de su círculo", asegura una fuente veterana de dentro del BCE.
El presidente del Banco Central Europeo ha dejado de pasar los informes sobre política monetaria a varios de los miembros del consejo. El italiano cree que los economistas más cercanos al Bundesbank y el propio Weidmann podrían estar filtrando algunas de las medidas que el BCE planea poner en marcha.
Además, Mario Draghi tiene varias manías que pueden llegarse a considerar como una falta de respeto: "Se sienta en el consejo del BCE con tres teléfonos móviles en frente de los gobernadores, a veces incluso está enviando mensajes de texto o se marcha a hablar por teléfono... apenas presta atención a las opiniones de los miembros del consejo", señala una fuente que se encuentra habitualmente en la sala de reunión del consejo del BCE.
Merkel intenta poner paz
Ante lo insoportable de la situación, Angela Merkel pidió a Draghi en la cumbre de la UE del pasado 24 de octubre que se reuniera con Jens Weidmann para limar diferencias. Ambos banqueros se reunieron la semana pasada para intentar acercar posturas, pero no se resolvieron sus diferencias, señala una fuente de Reuters.
Mañana será el día en el que varios miembros del consejo apartarán a Draghi para tratar todos estos asuntos que mantienen dividido al BCE. Yves Mersch, Sabine Lautenschlaeger y los gobernadores de los bancos centrales de Alemania, Holanda, Luxemburgo, Estonia, Letonia y, posiblemente, Eslovaquia, Eslovenia y Austria, serán los contrincantes a los que tendrá que enfrentarse el presidente del BCE.
Por otro lado, el belga Peter Praet y el francés Benoit Coeure son los grandes apoyos de Draghi en el BCE. Mientras que en un tercer grupo se encuentran el resto de gobernadores de los bancos centrales, que mantienen una posición que se puede considerar neutra.
Se ha señalado en varias ocasiones que la división interna del BCE es la causa principal que impide a la institución monetaria implementar medidas contundentes para paliar la moderación de precios. Por eso, el desenlace de la reunión de mañana y del habitual encuentro entre banqueros de este jueves toma vital importancia.