González-Bueno (Sabadell): "A este precio la opa no tiene sentido porque nadie va a canjear sus acciones para perder dinero"
Eva Contreras
Banco Sabadell espera que la opa de BBVA embarranque. "A este precio no tiene sentido porque nadie va a canjear sus acciones para perder dinero", argumentó este viernes su consejero delegado, César González-Bueno, en un encuentro informativo para explicar las cifras de 2024 cuando batió las mejores proyecciones del mercado en resultados y remuneración para el accionista.
El beneficio del banco subió un 37,1%, hasta 1.827 millones de euros, y la entidad ha decidido elevar a 3.300 millones el compromiso de remuneración al inversor entre 2024-2025. La guía que tenía el mercado, después de mejorarlas varias veces a lo largo del año, es que ganaría más de 1.600 millones y repartiría más de 2.900 millones.
González-Bueno aseguró que la entidad no ha forzado las cuentas ni el dividendo frente a la opa hostil de BBVA, aunque su alza sí introduce presión y el banco se guarda el as de explicar al mercado su potencial y el de la cuenta en solitario a futuro antes de que se abra potencialmente la ventana de adhesión a la opa. La entidad repartirá 2.100 millones con cargo al resultado de 2024 y 1.200 millones sobre el de 2025 vía recompras y dividendos, pero el grueso tendrá lugar en los próximos 13 meses.
En ese periodo ha comprometido destinar al inversor el equivalente al 22% de su valor bursátil actual, "la mayor proporción de la banca española". Cuando se cotice debería empujar el valor el bolsa aún más, según deslizó el director financiero, Sergio Palavecino.
Y es que las recompras previstas y su ulterior amortización, que prevé ejecutar en menos de un año, disminuirá casi un 10% sus acciones. "Que yo sepa no hay un precedente de algo tan potente. ¿Eso es bueno o es malo? Pues es muy bueno para el accionista que se queda porque, con todo lo demás constante, tienen 11% más de propiedad, tiene un 11% más de dividendos y lógicamente su acción se revaloriza", elaboró el consejero delegado.
La cúpula de BBVA descarta que haya espacio para mejorar el precio pese a la creciente convicción de analistas de la necesidad de elevar su precio si quiere convencer a los dueños de Sabadell -los expertos dan por bueno que se subirá entre un 10-20%-. El presidente del grupo vasco, Carlos Torres, cree que la cotización de Sabadell está soportada por la oferta y atribuyó el hecho de que haya cotizado por encima a las operaciones de "trading".
"Es que esta operación o la veo. No están pagando el valor intrínseco del banco y hay una oposición social abrumadora y además es hostil", replicó González-Bueno descartando que la cotización del vallesano se deba a la ofensiva de BBVA y vaya a desplomarse si fracasa la compra.
"En el año 2021 subimos un 67% -en bolsa-, en el año 22, un 58%; en el año 23, un 32%, en el año 24, un 79%. Hemos subido menos en el periodo desde que se lanzó la opa de lo que hemos subido en media durante los últimos ejercicios. Hemos multiplicado por ocho y no se ha ralentizado el crecimiento del valor de la acción y además ha coincidido con un momento de alta revalorización del resto de los bancos, con lo cual su hipótesis de que no hubiera subido tanto o de que puede caer después, es difícil saberlo, pero no es compartida", zanjó.
El banquero contrapuso la generosidad con la promesa de BBVA. "Nosotros hemos anunciado, con cargo al 2024, 2.100 millones de euros sobre una capitalización bursátil de 12.800 millones. Esto es un 16%. El BBVA ha anunciado 5.000 sobre una capitalización bursátil de 62.000, es un un 8%, exactamente la mitad", expuso.
Negó que se haya forzado la entrega porque la entidad ha cumplido "a rajatabla" con su política de distribuir hasta el 60% en pay out y el excedente de capital por encima de 13% CET1 fijado a finales de 2023, antes de la opa, y que es más conservador que el resto de los bancos aunque reconoció que se ha acumulado programas porque el del año pasado lo congeló la opa. "Otros que lo tienen establecido en el 12,5 o incluso algo por debajo", refirió sin dar nombres, aunque coincide con la horquilla fijada por BBVA.
Cuando BBVA lanzó la ofensiva, el 48% del capital de vallesano estaba en manos de inversores minoritarios y casi el 80% tenían vínculos con el banco. Aseguró que la composición del accionariado se mantiene y, aunque reconoció que el inversor institucional toma las decisiones en el último momento, sí desveló que en las conversaciones con ellos observan más escepticismo sobre el éxito final: "Muchos opinan que en estas condiciones no tiene sentido".
El penúltimo movimiento del Sabadell frente a la ofensiva ha sido retornar la sede del banco de Alicante a Sabadell. Según el banquero, la directiva llevaba "mucho tiempo dándole vueltas" y "no ha tenido consecuencias" para el banco ni favorables en Cataluña ni le han penalizado fuera, algo que testó antes de dar el paso. También consultó con el amplio arco político y, según compartió, se entendió por todos igual que Santander tiene su sede en Santander o BBVA en Bilbao.
A pesar del récord de beneficio y elevado dividendo la cotización arrancó a la baja por, según la entidad, la salida de bajistas. "Uno de los factores que parece que afecta al movimiento de hoy es la salida de los pocos arbitrajistas que ha habido. Es decir, que al ver los resultados han tomado beneficios porque, evidentemente, compraron mucho más barato porque hemos tenido un rally importante", dijo.
González-Bueno eludió desvelar pormenores del proceso con la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) por la obligada confidencialidad. Mostró comprensión porque rechazase las 79 personaciones solicitadas por asociaciones empresariales, de accionistas, sindicatos, etc, porque su admisión hubiese convertido en inmanejable el proceso y lo hubiese extendido varios años en el tiempo.
Si embargo subrayó que hay una "oposición social abrumadora", no política, y aclaró que el Gobierno tendrá que valorarla y decidir si modula las condiciones o compromisos que apruebe la CNMC si ve riesgos diferentes a la competencia. "Creemos que aquí es posible que alguien tenga que considerar si se está atentando contra el bien común", apuntó.