Banca y finanzas
Francisco González, expresidente del BBVA, en números rojos desde hace siete años: suma pérdidas de 14 millones
- Belegar Inversiones tiene activos valorados en 70 millones
Javier Romera
A Francisco González, el expresidente de BBVA, imputado por la contratación ilegal del excomisario Villarejo, se le acumulan los problemas. Además de estar al borde del banquillo por el supuesto espionaje de rivales y clientes de la entidad, González está sufriendo una sangría económica con su sociedad patrimonial, Belrgar Inversiones.
De acuerdo con las cuentas que acaba de presentar en el Registro Mercantil de Madrid, la firma cerró el último ejercicio a 31 de diciembre de 2023 con unos números rojos de 160.409 euros. La cifra supone cuatro veces menos respecto al resultado negativo de 653.780 euros registrado en 2022, pero implica que Belegar Inversiones acumula ya siete años consecutivos en rojo y suma pérdidas de 14 millones de euros. González registró las mayores pérdidas en 2018, cuando perdió 8,26 millones de euros, y 2020, cuando tuvo un resultado negativo de 3,38 millones. El expresidente de BBVA declara un patrimonio neto en su sociedad patrimonial de 64,4 millones de euros, una cifra muy similar a la del ejercicio anterior. Los activos de la firma han superado asimismo los 70 millones de euros, lo que supone un aumento del 3,7% respecto a 2022.
Belegar Inversiones ha incrementado igualmente de forma significativa su deuda a corto plazo, al pasar de 2,8 a 5,5 millones de euros. El banquero ha llevado a cabo en los últimos años dos ampliaciones de capital en la firma. En 2022 realizó una última inyección de 3,87 millones de euros en la sociedad hasta situar el resultante en los 17,68 millones de euros actuales, según los datos publicados en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme). La vez anterior que González amplió capital en la firma fue en noviembre de 2016, cuando inyectó 1,9 millones de euros más, hasta situarlo en 13,8 millones, un movimiento que llegó tras cinco años del anterior. En septiembre de 2011, redujo casi 8 millones de euros de capital, hasta dejarlo en 11,8 millones.
Ante el banquillo
González, que podría sentarse ahora en el banquillo por la contratación de Villarejo, recurrió por primera vez al excomisario en 2004 para espiar al entonces presidente de Sacyr, Luis del Rivero, y abortar su intento de asalto al banco. Según revela el sumario del caso, desde entonces hubo contratos y acuerdos verbales durante un total de quince años. El último de ellos estuvo vigente hasta el 31 de diciembre de 2018, tan solo diez días después de que González abandonara el cargo y fuera sustituido por Carlos Torres, el actual presidente de la entidad el 1 de enero de 2019.El juez Manuel García Castellón, que ha instruido la causa, relata en el último auto en el que propone llevar a juicio a González y a la propia entidad, que se contrataba a Villarejo para espiar "tanto a clientes" del banco como personas ajenas, entre otras razones, para "tomar decisiones crediticias". En total, el banco realizó así pagos a Villarejo por más de 10 millones de euros.