Banca y finanzas

La fusión de Commerzbank y UniCredit se complica: Alemania no venderá más acciones

Foto: Bloomberg.

elEconomista.es

La semana pasada, el banco italiano UniCredit compró el 9% de su rival alemana Commerzbank, colocándose como segunda accionista solo por detrás del gobierno alemán. Tras esa incursión en el capital, ambas entidades abrían la puerta a una posible fusión. Sin embargo, tan solo unos días después, parece que esa opción se complica por desavenencias en la coalición alemana y porque el gobierno no va a vender más acciones.

UniCredit se hizo con el 9% de la entidad germana tras adquirir una posición del 4,5% al gobierno alemán y otro 4,5% al mercado. Esa transacción dejó el accionariado con la siguiente distribución: Alemania (12%), UniCredit (9%) y BlackRock (7%). El resto de participaciones son minoritarias y no superan el 3,5%. El banco italiano podría seguir haciéndose fuerte en la compañía, aunque el gobierno alemán parece no dispuesto a contribuir.

Primero, esta operación ha abierto una grieta en la coalición del canciller Olaf Scholz. El socialdemócrata quiere abrir una investigación para entender cómo se gestó la venta, con la que parece insatisfecho. Pero el ministro de Finanzas, el liberal Christian Lindner, responsable de la cartera encargada de la transacción, ha defendido la operación.

El debate no solo está abierto entre los miembros del gobierno, sino que ahora parece que se suma una traba más a esta trama. Según Bloomberg, Alemania no va vender más acciones de Commerzbank.

"Con fecha del 20 de septiembre, el comité interministerial, encargado de las decisiones clave del Fondo de Estabilización de los Mercados Financieros (FMS), ha decidido que, hasta nuevo aviso, el FMS, no venderá más acciones de Commerzbank tras la venta del 10/11 de septiembre", señala el organismo en un comunicado, que difunde la agencia.

El gobierno ha logrado blindar su posición en el banco, lo cual no impide a UniCredit crecer en Commerzbank, pero sí lo dificulta. La italiana podría recurrir al mercado para ganar peso en la alemana, pero ello podría derivar en tensiones con el primer accionista, el gobierno alemán.