El impuesto a la banca de Meloni termina con "ingresos cero" de recaudación
- Intesa Sanpaolo, UniCredit y Mediobanca renuncian al pago
Francisco S. Jiménez
El impuesto especial a la banca que lanzó la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, este verano termina con una recaudación muy alejada de los 3.300 millones que pretendía sacar por los beneficios extraordinarios obtenidos por las entidades financieras en el actual ciclo alcista de los tipos de interés en Europa. Según el Centro de Estudios de la patronal de empresas Unimpresa el nuevo tributo puede terminar con una recaudación de cero euros.
Intesa Sanpaolo, UniCredit y Mediobanca han esquivado el impuesto de Meloni que pretendía estrujar las cuentas financieras para sacar 3.300 millones para el erario público. El tributo estrella de la primera ministra para los presupuestos se pueden resumir en "más votos que en dinero", por el propio diseño del gravamen.
La política populista quería cargar contra el "beneficio injusto" de los bancos por la actual subida de tipos del BCE, muy parecido al argumentario del Gobierno de España de "beneficios caídos del cielo" para crear nuevos impuestos para entidades financieras y energéticas.
En el caso de Italia, los ingresos se han ido por el sumidero, por la reforma in extremis en la tramitación del impuesto. Meloni quería gravar con un 40% el exceso de ingresos en el margen de intereses, pero con límites. Solo se aplicaría sobre los bancos que aumentaron el margen al menos un 5% en 2022 respecto a 2021 o un 10% en 2023 respecto a 2021. Y la base imponible no podrían superar el 0,1% del activo total de la entidad. Pero por la noche, durante la tramitación parlamentaria, se añadió una vía de escape.
Los bancos no tendrían que pagar el importe de liquidación si optaban por elevar sus reservas de capital. El objetivo de Meloni era que una banca con más solvencia iba a aumentar el grifo del crédito de las familias y empresas.
Está ocurriendo justo lo contrario, la banca italiana no está concediendo más préstamos e hipotecas por el actual ciclo crediticio y no van a cooperar para mejorar las finanzas públicas. Intesa Sanpaolo, UniCredit y Mediobanca, varios de los principales bancos del país, han anunciado que van a destinar toda la liquidación del impuesto a reservas.
Ingresos cero
"El impuesto bancario está diseñado para producir cero ingresos para el Estado", denuncia Unimpresa, una de las principales asociaciones empresariales, en un comunicado. El impuesto está destinando para entidades con más de 800 millones de ingresos y todas seguirán el mismo el camino: no pagar el impuesto. "La opción de constituir una reserva casi es obligatoria para una entidad cotizada, ya que el pago de la carga fiscal iría en contra del accionista", explican los servicios jurídicos de la patronal.
El máximo directivo de la asociación empresarial ha justificado a la banca por no conceder más crédito. "La actual restricción crediticia no está ligada a los niveles actuales de ratios de capital, sino más bien al aumento de los tipos de interés y, más en general, un fuerte empeoramiento de las condiciones de acceso a la banca", ha explicado hoy Manlio La Duca.
Este tipo de impuesto ha sido abrazo por muchos gobiernos europeos, mientras el déficit y la deuda se ha disparado en los últimos años. El argumento es el mismo, aunque haya signo político distinto. Los bancos se han beneficiado desproporcionadamente del rápido ritmo de los aumentos de las tasas de interés, mientras que han sido lentos para compartir las ganancias inesperadas con los consumidores, a través de los depósitos.
En España, este impuesto grava con un tipo del 4,8% los ingresos (margen de intereses y comisiones) del negocio de los grupos financieros en nuestro país. El mismo paquete fiscal también se gravó el 1,2% de la facturación de las energéticas.