Banca y finanzas
El sector bancario rehúye del servicio de correo postal
- La mayoría de las entidades financieras cobran por el servicio postal
- El coste del envió de una carta a nivel nacional ha aumentado un 4% en este 2023
Elena Garagui
Desde hace algunos años, el uso generalizado de plataformas de mensajes en línea y del correo electrónico ha ido haciendo mella en uno de los servicios públicos más estables hasta ahora: el correo postal. Las ventajas de enviar una notificación vía internet se han impuesto por encima de enviar cartas, y aunque ya casi nadie utilice el servicio postal las multas de la DGT siguen llegando por correo certificado.
Y uno de los sectores más convenidos con este cambio de hábito ha sido el sector bancario, de ahí a que desde hace algún tiempo las cajas de ahorro y entidades bancarias cobren por un servicio antaño gratuito.
Convenido en este sentido para las compañías, pero no así para sus clientes, quienes se quejan de no recibir las cartas de su banco ni de llevar al día el orden de sus facturas. Aun así, son los propios bancos los que ofrecen este servicio a cambio de un coste mensual, que en la mayoría de los casos coincide con las Tarifas Oficiales Postales y de Comunicaciones de Correos.
"Si has dado instrucciones inequívocas de que no te remitan ninguna comunicación por este medio, no pueden repercutirte este gasto"
De hecho, el propio Banco de España indica en su página web que "para que la entidad pueda cobrar este gasto deben informarte previamente sobre sus condiciones y tienes que aceptarlas de forma expresa. Si has dado instrucciones inequívocas de que no te remitan ninguna comunicación por este medio, no pueden repercutirte este gasto".
Aumento del 4% en los envíos postales
Sin embargo, en caso de rechazar el servicio postal para el envío de notificaciones, la entidad bancaria estará obligada a mantener el contacto vía correo electrónico para poder realizar el envío de notificaciones relevantes como información acerca de los productos contratados o cambios en las condiciones de las tarjetas de crédito o débito.
Hace justo un año Correos anuncia un incremento del 4% en el precio de la carta nacional, un precio que aumentaba desde lo 0,75 céntimos que costaba en 2022 hasta los 0,78 céntimos que comenzó a costar el pasado 1 de enero de 2023. Aun así, la compañía ofrece el servicio postal más barato de toda Europa, con una diferencia de 47 céntimos respecto de la media.
Esta subida, sumada a las consecutivas en años anteriores ha provocado un aumento en el precio del servicio postal que ofrecen los bancos a sus clientes. Igualmente, el Banco de España, aviso que "los gastos cobrados al cliente deben ser adecuados y acordes con los costes efectivamente soportados por el proveedor. La entidad no puede repercutir más que los costes en que efectivamente ha incurrido".
BBVA: sin cobro de gastos a sus clientes
De esta manera, BBVA es una de las entidades que menos dinero repercute por él envió de cartas físicas al domicilio, ya que el servicio es gratuito para sus clientes. Además, el antiguo Banco Bilbao ofrece la facilidad de activar o desactivar el servicio a través de la banca online, pudiendo acceder de forma intuitiva y según las necesidades del momento.
Banco Santander decidió hace 5 años abandonar la correspondencia postal para los clientes con contrato de banca digital.
Por su parte, otro de los grandes bancos españoles, Ibercaja, sí realiza un coste extra para el envío postal a domicilio, que puede alcanzar los 3 euros máximo dependiendo del servicio contratado, pue la entidad zaragozana dispone de hasta 3 modalidades distintas dependiendo de "los días que se retiene la correspondencia hasta el envío al domicilio": estándar (30 días), básico (7 días) y plus (envío diario).
En la línea, Banco Santander decidió hace ya casi 5 años abandonar la correspondencia postal para los clientes con contrato de banca digital. Hasta entonces, la compañía de Ana Botín cobraba entre 35 y 60 céntimos por carta, aunque ahora el servicio repercute en hasta casi 80 céntimos por envío.
Así, CaixaBank fue una de las primeras entidades bancarias en cobrar a sus clientes por el envío de correspondencia, hace casi 20 años. Entonces, bajo el nombre de La Caixa, tan solo repercutía al cliente en 0,28 céntimos por carta enviada, y no a modo de comisión sino en concepto de abono a la empresa pública de Correos y Telégrafos. Ahora, la compañía recuerda que el cobro del servicio se realiza según las Tarifas Oficiales Postales y de Comunicaciones de Correos.
Unas tarifas que difieren según el peso: desde los 20g y hasta cartas y tarjetas postales de 2kg de peso, por un valor de entre 0,65 céntimos y 5,50 euros.