Jaime Botín se autoconcede 100 millones de crédito tras la multa por contrabando de arte

Jaime Botín, expresidente de Bankinter y aún hoy uno de los mayores accionistas del banco a través de la empresa familiar Cartival, se autoconcedió un préstamo de 100 millones de euros a través de esta sociedad el mismo mes que hizo frente a la condena de 91,7 millones de euros por contrabando con un cuadro de Picasso impuesta por el Juzgado de lo Penal número 27 de Madrid.

Cartival, firma que preside Jaime Botín y de la que comparte accionariado con sus hijos, otorgó una línea de crédito de 100 millones de euros al banquero el 29 de julio de 2021 con una duración de 10 años y un tipo de interés de euribor a un año más diferencial al 1%. A cierre de dicho ejercicio, el banquero había dispuesto de 98,3 millones con esta línea, según consta en las últimas cuentas de la sociedad depositadas en el Registro Mercantil.

Cartival controla en la actualidad el 23,18% de Bankinter, según consta en la CNMV, y está representada en el consejo de administración del banco por Alfonso Botín-Sanz de Sautuola y Naveda que es vicepresidente ejecutivo de Bankinter y presidente de la Comisión Ejecutiva de la entidad.

Jaime Botín fue condenado por la magistrada del Juzgado de lo Penal número 27 de Madrid, Elena González Bayón, a tres años de prisión y una multa de 91,7 millones de euros por contrabando con la obra Cabeza de mujer joven de Pablo Picasso. El banquero pagó la sanción el pasado verano, pero recurrió la pena de cárcel alegando motivos de salud ante su avanzada edad (entonces tenía 85 años). Finalmente, el pasado mes de noviembre, la sala de lo Penal número 28 de Madrid suspendió la condena de prisión al expresidente de Bankinter "debido a la grave enfermedad que padece", según rezaba el auto.

La travesía de la obra

Jaime Botín compró el cuadro Cabeza de mujer joven en 1977, que en la actualidad está valorado por 26,2 millones. Más de tres décadas después, en 2012, el banquero quiso subastar la obra en la casa Christie's de Londres y llegó incluso a tener fecha: el 6 de febrero de 2013. Con este objetivo llevó antes el cuadro a Christie's Ibérica, en Madrid, para su valoración y la realización de un dossier. Fue a partir de ahí cuando comenzaron a complicarse sus planes.

Desde la casa de subastas de Madrid le comunicaron que debía pedir permiso al Ministerio de Cultura para poder exportar la obra porque pertenecía al Patrimonio Histórico, a lo que el banquero accedió. Sin embargo, la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes de Patrimonio Histórico Español rechazó el traslado del Picasso en diciembre de 2012 bajo el argumento de que no existía obra semejante en el territorio español. A continuación, el Ministerio de Cultura declaró la inexportabilidad del cuadro y se lo notificó tanto a Christie's como a Botín el 15 enero de 2013.

A pesar de la negativa de la Administración, Botín, en 2015, intentó sacar el cuadro a España con destino a Ginebra (Suiza). El banquero escondió la obra en la goleta Adix, de su propiedad, a la par que se cogió un billete de avión para Suiza con fecha a 31 de julio de 2015. Un día antes del vuelo, los servicios aduaneros detectaron la embarcación en el puerto de Calvi, en Córcega (Francia), donde localizaron el cuadro embalado en la cabina del comandante.