Banca y finanzas

Marianne Lake y Jennifer Piepszak, las nuevas virreinas de JPMorgan en la carrera por suceder a Dimon

    Jennifer Piepszak y Marianne Lake

    José Luis de Haro
    Nueva York,

    Jamie Dimon, el sublime monarca de la banca estadounidense, ha movido ficha. Tras años esquivando la pregunta sobre su sucesión con un socorrido "en cinco años", el consejero delegado y presidente del Consejo de JPMorgan Chase activaba veladamente esta semana el cronómetro para un potencial traspaso de poderes. Eso sí, los cambios en la cúpula del mayor banco de Estados Unidos tiraron por tierra algunas de las quinielas que hasta ahora circulaban en los mentideros financieros del país.

    La gran figura en caerse del tablero corresponde a la de Gordon Smith, quien se jubilará como co-presidente y co-director general a finales de este año. Su marcha rompe los esquemas para aquellos que lo posicionaron en su día como claro caballo ganador, pero a su vez invita a una interesante carrera darwiniana en la trastienda del banco.

    Daniel Pinto, director del banco corporativo y de inversión, se convierte ahora en el único presidente y director de operaciones tras la marcha de Smith. Ambos se habían posicionado como los herederos naturales de Dimon, especialmente después de que ambos tomaran las riendas del banco cuando éste se recuperaba de una operación cardíaca de urgencia.

    Aún así, en este actual juego de tronos, no se da puntada sin hilo y Pinto queda neutralizado por el ascenso de Marianne Lake y Jennifer Piepszak, quienes dirigirán mano a mano el área de la banca de consumo y comunitaria.

    La decisión de poner a estas dos mujeres, ambas de 51 años, a cargo de un negocio que atiende a la mitad de los hogares de EEUU y representa aproximadamente el 40% de los beneficios del banco, refuerza aún más la opinión de aquellos que consideran que será una de ellas quien seguirá los pasos de Jane Fraser, consejera delegada de Citigroup desde el pasado marzo.

    "Esta vez sí parece diferente", reconocía el analista bancario de Wells Fargo, Mike Mayo, sobre los ascensos. "Una de los dos nuevas jefas de consumo será probablemente la próxima consejera delegada de JPMorgan", recalcó en declaraciones a Bloomberg.

    Lake es toda una veterana de la casa y un nombre también familiar junto al de Smith y Pinto en las cábalas por encontrar al delfín perfecto de Dimon. Su papel como directora financiera de la entidad entre 2013 y 2019 afianzó su influencia dentro de JPMorgan Chase, donde ha militado desde 1999. Posteriormente fue nombrada directora de los negocios de préstamos al consumo y tarjetas del banco, un rol con el que se cerró lo que muchos consideraban una carencia en su currículum si realmente se la consideraba como futura aspirante al máximo puesto dentro del banco.

    Esta estadounidense de nacimiento, pero británica de adopción, quien en su día flirteó con la posibilidad de convertirse en una estrella de cine, desembarcó en Nueva York con JP Morgan en 2004. A partir de entonces inició un meteórico ascenso impresionando a Dimon antes de ocupar puestos financieros de alto nivel. Todo ello compaginado con su papel de madre soltera. Tuvo su primer hijo a los 42 años y luego gemelos cuando tenía 45, decidiendo en ambas ocasiones hacerlo sin una pareja.

    Al ser preguntada al respecto en una entrevista con Marie Claire, Lake reconoció que nunca le preocupó criar un hijo sola. "Tengo 42 años, no 20 con los ojos cerrados. Las circunstancias no son tradicionales, pero no dudé en hacerlo", aseguró por aquel entonces.

    Gracias al apoyo en un pequeño círculo de amigos y al de su "estupenda", la posible sucesora de Dimon reconoció como intenta pasar entre 15 y 60 minutos con sus hijos por la mañana o si no entre 30 y 60 minutos juntos al final del día. "Trato que eso funcione, pero si no puedo, sigo adelante", confesó. Tampoco ha dudado en presumir de su prole en alguna que otra presentación avisando a sus compañeros del banco que se prepararan para "una sobredosis de super monadas".

    Esta directiva, licenciada en Físicas por la Universidad de Reading, ha defendido siempre que las mujeres pueden triunfar en el mundo de las finanzas, un entorno notoriamente dominado por los hombres. Sin embargo, la posibilidad de suceder a Dimon dependerá ahora de su pulso directo con Piepszak, quien hasta ahora regía el puesto de directora financiera. Esta fogueada ejecutiva, con 27 años trabajando en los fueros de JPMorgan, cuenta ahora con una oportunidad para probar su éxito al frente de una gran división.

    De hecho Piepszak ha tenido un ascenso relativamente rápido dado que su perfil con los accionistas del banco aumentó tras tomar el testigo de Lake como directora financiera hace dos años y al sumarse al comité operativo del banco. Anteriormente dirigió el negocio de tarjetas de crédito de JPMorgan durante dos años y antes supervisó las operaciones de financiación del negocio hipotecario durante un periodo en el que se enfrentó a una serie de acuerdos con los reguladores resultantes de la crisis financiera de 2008. Piepszak, casada y con tres hijos, es considerada al igual que Lake como una de las mujeres con mayor influencia en el mundo de las finanzas.

    No obstante, el ascenso en paralelo de Lake y Piepszak en la carrera por encontrar al reemplazo de Dimon puede suponer un arma de doble filo, como indica un editorial de Bloomberg. Al fin y al cabo será mucho más difícil juzgar las contribuciones individuales de ambas, especialmente para aquellos que no conozcan los entresijos del banco.

    Es más, la tensión que pueda crearse podría llevar a la tentación de asumir un mayor riesgo en las respectivas áreas de supervisión en busca de potenciar sus credenciales y logros individuales. Incluso aunque esto no ocurra es cierto que la propia competencia dentro de la misma unidad de negocio dará lugar inevitablemente a distintas lealtades, a medida que los empleados comiencen naturalmente a respaldar a quien consideren la potencial sucesora de Dimon.