Asia

Dubai contra la mendicidad: los vagabundos ganan hasta 73.000 euros al mes

    Vista aérea de Dubai. <i>Imagen: Archivo.</i>

    EcoDiario.es

    Montañas de dinero, el rascacielos más alto del mundo (Burj Dubái), coches de lujo, caballos pura sangre y multimillonarios en turbante: Dubai es la capital del lujo y de lo superlativo. Este enclave del Golfo Pérsico, uno de los siete emiratos de Emiratos Árabes Unidos, es excesivo hasta en su mendicidad: acaban de detener a un vagabundo que ganaba 270.000 dirhams (el equivalente a 73.500 dólares) al mes, tal y como anunció el portavoz municipal Faisal Al Badiawi.

    El mejor día para hacer caja, explican fuentes oficiales, es el viernes, cuando las mezquitas dubaitíes se llenan de fieles a Mahoma. En un solo día, el arrestado obtenía una media de 9.000 dirhams (2.450 dólares).

    Según recoge Arabianbusiness.com (del reputado ITP Publishing Group), el Ayuntamiento está preocupado y los agentes de policía ya han detenido a 59 sin techo premium en lo que va de año. El negocio es muy lucrativo: las autoridades han detectado que los aspirantes a mendigar llegan a EAU legalmente en visita turística de negocios y ejercen hasta que son cazados por los policías. "La mayoría tiene este visado tres meses", recalca Al Badiawi.

    La profesionalización de esta ocupación prohibida ha crecido exponencialmente de la mano de la tecnología. Ya en 2015, el coronel Mohammed Rashid Al Muhairi, entonces director general del Departamento de Turismo, admitía que "los mendigos envían mensajes a los móviles y solicitan que los receptores los remitan a sus contactos".

    Las parodias han arreciado e incluso hay vídeos cómicos que muestran como un mendigo figurado tiene su propio TPV, para no quedarse sin limosna entre unos jeques poco acostumbrados a las monedas y el efectivo.

    El problema, sin embargo, es real, tal y como explica el diario mexicano Excelsior. La cruzada contra este problema comenzó hace siete años. Así, en 2009 se capturó a 1.237 mendigos y en 2010, 814. La tendencia, sin embargo, es a la baja ya que en los años 2012 y 2013 no se superaron la cifra de los ochocientos.