La economía social y circular y la internacionalización, claves para la Zaragoza del futuro

La Estrategia Zaragoza +20 recoge la hoja de ruta con las líneas de futuro basadas en la mejora de la calidad de las personas a través de un desarrollo sostenible y la innovación con una visión metropolitana. Unas acciones en las que la economía es uno de los pilares clave de este desarrollo de la ciudad zaragozana y de las localidades de su entorno, contemplándose medidas de economía social y circular, así como la internacionalización del tejido empresarial, entre otras.

La Estrategia Zaragoza +20, que ha sido desarrollada durante dos años de trabajo y con la participación de más de 200 colaboradores, contempla diferentes ejes de acción para situar a la ciudad y su entorno como un territorio de vanguardia y referencia, además de poner a las personas en el centro.

En estas líneas de acción para el futuro, la economía se perfila como una de las claves para ese desarrollo, comprendiendo acciones y propuestas encaminadas a apostar por sectores estratégicos de desarrollo y por economías transformadoras y creadoras de empleo de calidad.

Dentro de estas líneas, se encuentra el impulso a la economía social y otras formas de economía con el horizonte común de las personas. Un área dentro de la que se propone trabajar para poner en valor la economía social y solidaria, además de promoverla como un eje transformador de la promoción económica y realizar una apuesta pública por las economías locales, primando la economía social también desde la Administración, entre otras medidas.

La economía verde, circular y baja en carbono es otro de los ejes vertebradores de la Estrategia Zaragoza +20 dentro de la que se aboga por el establecimiento de una estrategia para potenciar el desarrollo de la economía circular y que esté basada en el principio de "cerrar el ciclo de la vida" de los productos y servicios, aparte de avanzar hacia una sociedad con bajas emisiones de carbono en la que las tecnologías limpias tendrán un papel fundamental.

Otras acciones dentro de ese eje son la reutilización y el consumo responsable y de proximidad, la recuperación de espacios agrícolas en la huerta de Zaragoza y su entorno con vinculación al consumo de proximidad y un cambio de modelo de vida, producción y de consumo sostenible.

La estrategia incluye a su vez otras líneas de acción como el fortalecimiento y diversificación de los sectores económicos locales y regionales con alto potencial para lo que se tratará de fortalecer los sectores económicos más importantes como la agroindustria, automoción, logística y el sector papelero. Además, se pretende mejorar la competitividad de la metalurgia, química, biotecnología y de la industria creativa.

También se aboga por diseñar planes concretos de economía local en sectores concretos como el comercio y por cambiar la cultura del miedo al fracaso para avanzar en la promoción de la innovación.

La internacionalización es otra de las claves de la Zaragoza del futuro, tratando de aumentar el número de empresas que exportan y que, además, lo hacen de forma regular y que esto redunde en el empleo estable y con mejores condiciones.

Precisamente, el empleo centra otro de los bloques con medidas que se han aprobado dentro de esta estrategia con el fin de que sea de calidad y se convierta en un mecanismo de equidad.

La promoción de políticas que impulsen el empleo y el emprendimiento, facilitar la empleabilidad de personas vulnerables y atraer personal altamente cualificado son algunas de las propuestas que se incluyen y que se complementan con otros ejes de acción como la extensión de los principios de la responsabilidad social territorial, entre otros.