Aragón

El 70% de los agricultores en Aragón tiene una renta negativa


    Eva Sereno

    El 75% de los agricultores aragoneses tienen una renta inferior a los 6.000 euros si se descuentan las ayudas que reciben. La renta media es de 5.105 euros en Aragón.

    Estos datos han sido dados a conocer por el Consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, durante la presentación en la localidad turolense de Monreal del Campo, en Teruel, de la propuesta de la PAC que se ha elaborado en su departamento.

    En este encuentro, el consejero ha explicado que los análisis que se han realizado evidencian que la provincia de Teruel tiene una situación más desfavorable dentro del contexto regional por el hecho de que la ayuda media individual es menor, pero también porque la renta agraria media resultante es inferior para los beneficiarios turolenses.

    "Los datos confirman que el problema es mucho más complejo y profundo que la mera consideración de los importes por hectárea en los que se basa el Pago Básico del primer pilar de la PAC. Pero también es preciso reconocer los esfuerzos realizados por el Gobierno de Aragón para compensar las desventajas de la provincia de Teruel a través del segundo pilar, donde las ayudas individuales resultan significativamente mayores que en las otras dos provincias", ha explicado Joaquín Olona, quien ha abogado "por reflexionar sobre esta compensación, tanto en términos de eficacia como por lo que implica tener que utilizar las medidas del segundo pilar para afrontar problemas causados por el primero".

    La inestabilidad de la renta de los agricultores se evidencia por el comportamiento de la renta agraria aragonesa: el 75,41% de las rentas agrarias declaradas en Aragón a través del IRPF, de acuerdo con datos de 2015 e incluyendo las ayudas directas actuales, no alcanzan los 6.000 euros anuales por declarante.

    La situación es diferente por provincias. En Aragón, la renta media del agricultor aragonés se sitúa en 5.105 euros, mientras que en Huesca esta cifra asciende a 6.340 euros y es de 5.339 euros en Zaragoza. En el caso de Teruel, esta cantidad desciende hasta los 2.851 euros. Todo ello, incluyendo las ayudas vigentes de la PAC. Pero si se excluye la ayuda, el 72,47% de las rentas resultan negativas.

    Un motivo por el que el consejero ha incidido en que las ayudas de la PAC juegan un papel clave en la configuración de la renta agraria, poniendo a su vez la importancia del mantenimiento del sistema de ayudas directas a la renta y de su mejora a través de una reforma profunda.

    En esta línea se enmarca la reforma elaborada por este departamento, que tiene por objeto compensar a los agricultores que tienen en la agricultura su actividad principal, haciendo una redistribución de los pagos que beneficiarían a quienes más lo necesitan. Este cambio supondría que el 46% de los perceptores cobraría más que ahora y que el 54% verían reducidas sus ayudas.

    En opinión del consejero, la redistribución de la ayuda debe hacerse entre beneficiarios. "Las anomalías territoriales no son más que la expresión y consecuencia de una asignación personal -física o jurídica- de fondos que, por aplicarse en forma de pagos por hectárea, resulta relativamente injusta e ineficaz".

    Además, el informe presentado por el consejero también pone de manifiesto que la redistribución personal se traduce en resultados territoriales más coherentes y equilibrados.

    En concreto, el sistema propuesto se traduce en que los promedios provinciales de ayuda por beneficiario y los promedios provinciales de las rentas agrícolas compensadas por beneficiario, reducen de manera muy significativa sus diferencias actuales, obteniéndose como consecuencia una importante mejora en términos de equilibrio territorial.

    De este modo, según se recoge en el informe, se demuestra la eficacia e impacto social y territorial favorables de la propuesta, corrigiendo las anomalías del sistema vigente mediante la redistribución personal de los fondos aplicados. De ahí -añaden desde el Gobierno de Aragón-, la importancia de la eliminación de los derechos históricos, cuyo mantenimiento impediría dicha redistribución.