Aragón

El arroz aragonés busca poner en valor su calidad e impulsar su comercialización


    Eva Sereno

    Empresas e investigadores del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) se han unido dentro del grupo operativo 'Innovación y mejora de la calidad del arroz aragonés' con el fin de poner en valor su elevada calidad culinaria y dar un impulso a su comercialización.

    El grupo operativo trabajará así en dos líneas principales. Por un lado, la calidad alimentaria, mientras que, por otra parte, se incidirá en aumentar el valor añadido del arroz cultivado en Aragón con el fin último, en ambos casos, de mejorar su comercialización.

    El arroz aragonés tiene calidad, aunque tiene ante sí varios retos que superar como la baja productividad en campo, la disminución de la superficie de cultivo en los últimos años y el bajo precio que reciben los productores, entre otros.

    En la comunidad aragonesa, el arroz se cultiva entre 300 y 500 metros sobre el nivel del mar con agua de riego muy fría, que procede del deshielo de la nieve del Pirineo. Además, las condiciones climáticas son muy duras para un cultivo de verano.

    Esto supone una productividad en campo muy baja, que se sitúa en torno a los 4.000 ó 5.000 kg/ha, aunque la calidad del grano es elevada por la pureza de las aguas del riego, la maduración lenta y homogénea a consecuencia de las bajas temperaturas, así como por la prácticamente ausencia de tratamientos fungicidas, gracias a la climatología que es un factor decisivo para frenar el desarrollo de enfermedades.

    Este tipo de cualidades es el que se encuentra en el arroz Brazal, como así se comercializa, y que agrupa a más de 90 arroceros aragoneses, que pertenecen a las cooperativas Virgen de la Oliva, San José y Osca.

    A pesar de estas características, en Aragón se está produciendo una disminución de la superficie de cultivo de arroz, que se cifra en un 60% en los últimos cinco años. Entre los principales factores que están detrás de este hecho se encuentran las condiciones climáticas, los costes de producción y el insuficiente precio de la liquidación al agricultor.

    Para aprovechar estas particularidades y cualidades y ponerlas en valor, el grupo operativo trabajará en el análisis del grano elaborado con el fin de poder verificar la relación entre las extremas condiciones de cultivo de arroz en Aragón y su calidad culinaria. Un análisis que se realizará desde el CITA a través de su Área de Laboratorios y Asistencia Tecnológica.

    Estudio de mercado

    Aparte de establecer esa relación, dentro de este grupo operativo también se pretende realizar un estudio de mercado del arroz Brazal con el fin de obtener más información sobre el consumidor final, los hábitos de consumo y medir el conocimiento del consumidor sobre este arroz, entre otros datos que permitirán una mejor integración de los productores en la cadena alimentaria.

    Además, se llevarán a cabo otras líneas de trabajo centradas en demostrar el efecto desalinizador del cultivo del arroz, así como el efecto "mejorante" de los suelos, que evita la desertización de las zonas arroceras. Un análisis que se llevará a cabo durante el desarrollo del proyecto y que se sumará a los ya realizados en parcelas de cultivo de arroz en los últimos 10 años.

    Con estas líneas de trabajo y con los estudios de calidad del arroz elaborado, junto con la aplicación de tecnologías ecológicas en el molino, la adquisición de envasadoras más eficaces, el diseño de envases de arroz Brazal más respetuosos con el medio ambiente y el desarrollo de líneas de producción de quinta gama, se pretende conseguir una mejora de la competitividad y aumento del valor añadido. De esta manera, el incremento de precio sería percibido por el productor de arroz, lo que permitiría recuperar superficie de cultivo.

    El Grupo Operativo está formado por un total de nueve entidades de las que dos de ellas son beneficiarias del mismo, siendo Arrocera del Pirineo S.C.L -que coordina el proyecto-, y la Sociedad Cooperativa Virgen de La Oliva S.L.

    Además, se cuenta como socios con la Cooperativa Osca de Agricultores, Cooperativa Agraria San José, Cooperativas Agroalimentarias de Aragón, Asociación de Industrias de Alimentación de Aragón (AIAA) y la Fundación Picarral.

    También forman parte centros tecnológicos como el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) y el Centro Tecnológico Agropecuario Cinco Villas.

    El proyecto está financiado con fondos FEADER y del Gobierno de Aragón a través del programa de Grupos Operativos de la Agencia Europea para la Innovación (AEI), en el marco del Programa de Desarrollo Rural para Aragón-2017 (PDR).