Las empresas empiezan a frenar las inversiones ante el cambio de tendencia de la economía en 2017
Eva Sereno
Durante el primer semestre de este año, se ha mantenido la inercia económica, aunque ya para el segundo semestre se empiezan a vislumbrar cambios en la tendencia de la economía, que se percibirán en mayor medida en 2017, en sintonía con las previsiones de FMI, Ibercaja e INE, entre otros indicadores. Los directivos aragoneses se muestran ya menos optimistas con la situación económica, aunque prevén buenas perspectivas en las exportaciones y en el empleo. Entre las amenazas más relevantes para la actividad empresarial figuran la inestabilidad política en España, el Brexit y los riesgos geopolíticos. De cara al futuro, es preciso que las empresas apuesten por el e-commerce.
Los directivos aragoneses están empezando a ser menos optimistas en cuanto a la evolución general de la economía. De hecho, para el segundo trimestre de este año, el 11,8% considera que va a empeorar, mientras que el 35,3% apunta que se mantendrá estable y el 52,9% cree que mejorará, porcentaje este último que contrasta con el 58,2% de los primeros seis meses del año.
Además, se ha producido un aumento de 2,6 puntos en la percepción del empeoramiento de la evolución económica, según se recoge en el Indicador de Opinión de ADEA relativo al primer semestre de 2016 en la que han participado un total de 248 directivos.
En esta percepción de la evolución de la economía -en la que los directivos coinciden que va a cambiar y que se notará en 2017 al mantenerse la inercia todavía en 2016-, influyen principalmente tres factores. Uno de ellos es la instabilidad política a lo que se unen los ajustes que la Unión Europa ha pedido a España por valor de 15.000 millones de euros y la necesidad de reducir el déficit, entre otros, así como los riesgos geopolíticos y los posibles efectos que puede tener la salida del Reino Unido de la Unión Europa, el denominado Brexit, ya que hay sectores de actividad para los que el país es un mercado clave.
Además, está la posibilidad de que puedan hacerse cambios en la reforma laboral. "No digo que no haya que mejorarla para que haya más contratos estables porque los temporales no son buenos porque hace que se consuma menos y no se pueden comprar pisos", según ha explicado Salvador Arenere, presidente de ADEA (Asociación de Directivos y Ejecutivos de Aragón).
Para Salvador Arenere, las reformas que proponen algunas formaciones políticas "es cargarse los niveles de competitividad. Hay formaciones políticas que hablan de derogar la reforma laboral, lo que puede retardar la contratación o que se hagan ajustes antes de su derogación. En este mundo global, no estamos solos y salimos a competir con los asiáticos, que son los que nos han cambiado la vida, y ellos son muy competitivos".
A estos dos factores -marco político y reforma laboral-, se suma otro factor que ha propiciado que los directivos aragoneses sean menos optimistas con la evolución de la economía: las importaciones, en la que se registra un cambio de tendencia al estimar el 14,3% de los responsables de empresas que van a empeorar tras meses en los que han aumentado como consecuencia de las necesidades de las compañías de realizar inversiones en tecnología y para mejorar la capacidad de producción.
Una previsión de menor nivel de importación -aunque el 76,2% considera que se mantendrán estable-, que refleja "un parón" porque "ya se refleja el estado de ánimo" y se percibe que no va a ser necesario hacer mejoras en las empresas ante el cambio de tendencia económica, aparte de que también existe relación con las inversiones extranjeras, que permanecen a la expectativa "probablemente por la situación política".
Ratios positivos
A pesar de estos factores, los directivos aragoneses son más optimistas en relación a algunos ratios. Por ejemplo, en las exportaciones se prevé que se mantenga el ritmo de ventas al exterior, sobre todo, por la buena evolución del sector de la automoción en la comunidad aragonesa, lo que evidencia que "Opel está lanzando modelos atractivos", situación que contrasta con la de otras empresas en otras autonomías como Ford que está realizando ajustes en Valencia.
No obstante, aunque, en general, se observa la tendencia de mantenimiento de las exportaciones, se observa una ligera mejoría en la percepción de su evolución en el segundo semestre, porque el 25,8% de los directivos aragoneses -frente al 21,1% del período anterior-, creen que mejorarán y el 67,5% considera que se mantendrán estables en comparación con el 73,7% que apuntaban esta estabilidad en el primer trimestre del año. En cuanto a los que creen que las ventas al exterior van a empeorar, se pasa del 5,3% al 6,7% con un aumento de 1,4 puntos.
En relación a las ventas de las empresas, los directivos aragoneses apuntan una mejora que es señalada por el 63,1% frente al 50% del primer semestre del año, mientras que el 33,1% cree que se mantendrán estables y el 3,8% afirma que empeorarán, es decir, 1,8 puntos menos en este último caso. Esta percepción responde sobre todo a la demanda interna, que se confirmó en Navidades y se mantuvo en Semana Santa, aparte de haber buenas perspectivas para este verano.
Las mejores previsiones de los directivos se corresponden con las empresas que no dependen tanto del mercado nacional y que exportan, si bien es importante que las compañías inviertan en e-commerce para competir en un mundo con gran evolución en ventas online porque "las empresas que no reaccionen van a tener problemas con sus ventas".
Las previsiones son también favorables en materia de empleo, ya que más de la mitad de las respuestas -el 55,4%-, apunta a un posible aumento de la plantilla, mientras que el 40,8% asegura que se mantendrá estable y solo el 3,8% opina que puede empeorar, un porcentaje este último que ha descendido en comparación con el 6,3% de los seis primeros meses de este año.
Además, el Indicador de Opinión de ADEA pone de manifiesto que algunos de los problemas que tenían las empresas en años de crisis están dejando de ser un handicap. Es el caso de la financiación. "Hoy no es un problema, aunque alguna pyme puede tener un problema puntual". De hecho, el 52,9% de los directivos aragoneses cree que la facilitad para obtener financiación en el segundo semestre de este año se mantendrá estable y tan solo el 2,1% afirma que empeorará. No obstante, sí se observa que baja el porcentaje de directivos que indican una mejora, pasando del 66,1% al 45%.