Aragón

Fernando Monzón: "Equivocarse es imprescindible para seguir adelante"


    Eva Sereno

    La tercera edición de las FuckUp Nights Zaragoza ha vuelto a centrarse en el fracaso empresarial de la mano de Fernando Monzón, publicitario e ingeniero que ha contado su experiencia fallida en China de la mano de Telepizza, y de Olga Larrubia, en la que un socio le jugó una mala pasada en el negocio.

    El fracaso empresarial no tiene por qué verse como algo negativo. De hecho, tiene aspectos positivos y es conveniente fallar. "Me gusta equivocarme y me divierte mucho. Soy positivo ante el fracaso. Además, cuando alguien dice que todo va bien, es mentira porque es imposible", según ha explicado Fernando Monzón, publicitario e ingeniero que, en la actualidad, dirige el departamento digital de TVN Media en Panamá y la agencia de publicidad 3lemon, aparte de colaborar con diversas universidades y que ha contado su experiencia fallida en China de la mano de Telepizza.

    "Abrimos empresa en China ante el proyecto de abrir 800 puntos de venta en el país. La primera vez que viajamos veíamos sitios e íbamos como de excusión por China, pero sin firmar nada. Nos encantaban con fiestas, sitios bonitos... y, en el tercer y cuarto viaje, vimos que todo era un tenderete porque nos estaban copiando el negocio", según ha explicado Fernando Monzón a elEconomista.es

    "Todos pudieron ver cómo montábamos el negocio online, los hornos, las motos... nos copiaron mejorando mientras estábamos con el rollo del encantamiento. Fue un error nuestro y no de los chinos porque éramos ingenieros y prepotentes y pensábamos que sabíamos más que ellos, que están en su terreno", añade Fernando Monzón.

    Sin embargo, de esta experiencia también salieron aspectos positivos porque "luego fuimos a Sudamérica con Telepizza y ahí fuimos mejor al conocer estos errores. La experiencia es importante porque en la internacionalización no es todo oro. Ya saltamos a Chile con todo firmado por adelantado y con previsiones de fondos. Fue todo lo contrario".

    Un ejemplo de que el fracaso puede tener aspectos positivos y unos motivos por los que no hay que tenerle miedo. "A las startups siempre les recomiendo que empiecen cuanto antes para que se equivoquen porque es una parte indispensable para que luego salga bien. Yo cada vez me equivoco mejor. Trabajar como empleado es seguro, pero no vas a triunfar".

    Experiencia diferente es la que tuvo Olga Larrubia, ingeniera industrial que creó su empresa de servicios de proyectos y gestión de personas y de la que se tuvo que apartar temporalmente por motivos de salud. A su vuelta, la situación era diferente porque se encontró con una losa económica a sus espaldas y una traición.

    "Tenía un socio y un determinado momento todo dejó de ir bien y me encontré con el reto de tener que salir adelante con mucho esfuerzo. Pero hay que mirar hacia adelante y no vale para nada tener rencores", afirma Olga Larrubia a elEconomista.es

    "Esta experiencia me ha servido para saber que puedo dar más de mí y mejor porque, si no hubiera sucedido, hubiera seguido con un listón de trabajo medio-alto. El listón está tan alto como lo quieras poner", añade Olga Larrubia, quien explica que ahora no tiene socio, pero no por una falta de confianza, sino porque "no tengo que buscar a otra persona para lo que yo sé hacer".

    Olga Larrubia no tiene una lectura negativa de su experiencia y aconseja "estar preparado para estar en una montaña rusa porque pueden pasar muchas cosas en cualquier momento, pero no hay que tomarlo nunca de una manera negativa. Puedes tener un momento de cabrero, pero nada más. A todo el mundo le pasan cosas".