Aragón
El entorno internacional, la reducción del déficit y las elecciones crean incertidumbre en la economía
Eva Sereno
El director de Unidad de España de BBVA Research, Miguel Cardoso, ha explicado las tres principales incertidumbres que pueden contribuir a una desaceleración del crecimiento económico, además de alertar de que el desempleo va a seguir siendo el principal problema tanto en España como en Aragón a pesar del descenso del paro.
Aragón y España siguen creciendo, pero se empiezan a percibir signos de desaceleración que llevarán a un menor crecimiento en los próximos años tanto de la economía de la comunidad aragonesa como de la española. Una evolución que, además, puede verse condicionada por una serie de incertidumbres entre las que figuran el entorno internacional, la reducción del déficit y los procesos electorales, ya que 2015 ha sido un año de elecciones locales y autonómicas y aún quedan por celebrarse las elecciones generales el próximo día 20 de diciembre.
"Parte de la desaceleración va a depender del entorno internacional, que va a ser menos favorable por la evolución de las economías emergentes, especialmente China, siendo negativo para las exportaciones europeas", según ha explicado Miguel Cardoso, director de la Unidad de España de BBVA Research durante su intervención en la jornada Coyuntura Económica 2015, que ha sido organizada por APD (Asociación para el Progreso de la Dirección), y el Colegio Oficial de Economistas de Aragón con el apoyo de BBVA y la Fundación Basilio Paraíso de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Zaragoza.
Cardoso ha explicado que todavía no se observa un impacto negativo en la economía por la situación de China, si bien ha matizado que "hay que seguirlo de cerca para ver qué sucede con la desaceleración y el impacto que puede tener".
Otra de las incertidumbres que puede condicionar el crecimiento económico es la "necesidad de apresurar el proceso de reducción del déficit por lo que es probable que veamos un crecimiento del gasto que será menor que en la primera parte del año".
Además, la economía todavía tiene que hacer frente a más incertidumbres como los procesos electorales, que "suelen tener un impacto negativo" porque se desconoce cuáles serán las políticas para los próximos cuatro años, el marco impositivo... "lo que puede afectar a la demanda interna".
Aparte de las incertidumbres, la economía española, y también la aragonesa, tendrán que seguir haciendo frente al problema del desempleo, que "seguirá siendo una de las principales preocupaciones" en los próximos años, a pesar de la generación de empleo.
Un problema para cuya solución se aboga por la introducción de una serie de medidas como más reformas en diferentes ámbitos económicos. "Hace un año ya presentamos una propuesta de reforma del sistema de contratación para que fuera más atractivo el contrato indefinido y hubiera menos temporalidad porque la contratación temporal tiene un efecto negativo en el desempleo".
Miguel Cardoso también ha destacado que España, además, tiene el problema del largo período que pasan las personas en el desempleo por lo que ha incidido en la necesidad de ampliar los recursos que se destinan a las políticas activas de empleo y, especialmente, a formación de desempleados, ya que "viendo lo que sucede en los países desarrollados, los recursos que dedicamos a estas políticas activas deberían ser el doble de los recursos actuales como mínimo".
Igualmente, hay que conseguir una mayor eficiencia en esos recursos que se destinan a las políticas activas de empleo para capacitar a las personas y que puedan formarse en sectores en los que se genera empleo, puesto que hay trabajadores, "por ejemplo, del sector de la construcción que hay que reconducir hacia otros ámbitos porque no van a poder volver a trabajar en su actividad".
Además, también es importante "mantener los márgenes de las empresas contenidos e incluso reducirlos para mantener la competitividad", aunque hay que incidir a su vez en que esa mayor competitividad venga a su vez de una mayor competencia, sobre todo, en sectores como el de servicios, que no están tan expuestos a la competencia.
Pese a estas incertidumbres y medidas que se deberían adoptar, se prevé que la economía española y aragonesa siga creciendo en 2015 y en 2016. En el caso de España, las estimaciones de BBVA Research apuntan a un crecimiento del 3,2% en 2015 y del 2,7% en 2016, mientras que en Aragón las previsiones reflejan un crecimiento del 3,1% y del 2,9% en 2016.
Un crecimiento que se ha sustentado en factores como el aumento de la demanda interna por la evolución positiva de las compras minoristas y de automóviles, así como por el crecimiento de las exportaciones.
Esta evolución positiva puede verse favorecida por corrientes como la disminución de precio del petróleo, la depreciación del tipo de cambio, la reducción de los tipos de interés a pymes y familias o el cambio de tono en la política fiscal.
Este crecimiento va a permitir que se creen alrededor de 35.000 puestos de trabajo y que la tasa de desempleo se sitúe por debajo del 15%, aunque no será suficiente para recuperar el nivel de empleo que se ha perdido con la crisis, ya que se estima que la recuperación será de entre el 25% y el 30%.