Los costes de energía "apagan" la luz de las empresas tras subir más del 900%
- La factura de la luz ha pasado de 60.000 euros a 200.000 euros mensuales
- El precio del gas ha subido más de un 1000%
- Las disoluciones empresariales están aumentando
Eva Sereno
Zaragoza,
Las fundiciones y empresas de recubrimientos metálicos o electrolisis son las más afectadas por el incremento de los precios de la energía, aunque todo el tejido empresarial está viviendo las consecuencias de estos aumentos, que suponen ya el 35% de la factura de costes de las pequeñas y medianas empresas.
Y hay motivos para la preocupación. De 54,43 euros/MWh a 544 euros/MWh es la subida del precio de la luz en un año, lo que supone un incremento del 901,5% en términos relativos y de 490,55 euros/MWh en absolutos.
No es el único aumento. La comparativa de los años 2020 y 2021 también refleja un aumento del precio del gas de un 1.185,9% hasta alcanzar los 214,36 euros/MWh tras escalar desde los 16,67 euros/MWh. Esto representa un crecimiento de 197,57 euros/MWh.
Son costes que las empresas califican de "inasumibles" y a los que se suman más incrementos de precios como los de los derechos de emisión de CO2, que han pasado de un año a otro de 38,7 euros/tonelada a 68,19 euros/tonelada, el 29,48% más.
Estos precios son los más altos de la luz registrados desde 1998 y han hecho que la factura de electricidad de algunas empresas en Aragón se haya disparado. En el caso de Itesal, se ha pasado de pagar 60.000 euros al mes a 200.000 euros solo en electricidad, mientras que la del gas también ha crecido hasta alcanzar los 60.000 euros frente a los 25.000 euros que se ha venido pagando con anterioridad.
La energía supone el 35% de los costes de la factura de las pequeñas y medianas empresas, según los datos de la Federación de Empresarios del Metal de Zaragoza (FEMZ). Este porcentaje es el más elevado y superando el 26% de cargos (precios regulados destinados a cubrir el resto de costes regulados como la financiación de las renovables, sobrecoste de producción de energía no peninsulares o las anualidades del déficit).
Los impuestos también suponen una parte importante de esta factura con el 21%, mientras que peaje T&D (precios regulados destinados a recuperar los costes de las redes de transporte y distribución) representan el 18%.
Son "costes impensables que nos obligan a asumirlos", apunta Armando Mateos, director general de Itesal y presidente de la Asociación Española del Aluminio, quien añade que las empresas también se ven abocadas a tenerlos que repercutir al cliente. En compañías como Ebroacero, "estamos trabajando a pérdidas. No puede ser que la industria esté vendiendo a un precio y fabricando a otro mañana".
Freno a los costes de energía
Esta situación está provocando que algunas empresas hayan tenido que parar ya su producción y vean reducida su rentabilidad y márgenes por lo que han reclamado medidas, sobre todo, dirigidas a los mecanismos de protección para evitar que los ERTEs se conviertan en EREs como se ha hecho durante la pandemia por la covid-19.
Los empresarios zaragozanos también han solicitado que se contenga el precio de la energía y se adopten medidas hasta que los precios estén en unos niveles razonables y estables. En esta línea apuntan que el Gobierno debe tomar medidas parar paliar esta situación, aparte de señalar que la recaudación del Estado por impuestos de la energía ha crecido exponencialmente.
Entre otras medidas apuntadas por los empresarios del metal para su implementación a largo plazo destacan el fomento de las centrales nucleares, las renovables o la investigación en el almacenamiento de la energía como es el caso del hidrógeno.
Entorno poco favorable
Esta situación de las empresas se produce además en un contexto de aumento de la tasa anual de inflación hasta el 8,5% en el mes de febrero en Aragón -en parte por el comportamiento de la energía-, siendo la más alta en el conjunto de España, y tras los efectos de la pandemia de la covid-19 que todavía no han superado todo el tejido empresarial y los efectos de la guerra Rusia-Ucrania.
La situación que viene soportando el tejido empresarial está haciendo que aumente el número de disoluciones. Tan solo en los dos primeros meses del año, en la comunidad aragonesa se han registrado un total de 234 disoluciones, superando las 211 llevadas a cabo en todo el año 2021, según datos de Informa D&B.
En el mes de febrero, Zaragoza suma el mayor número de disoluciones con un total de 66, seguida de Huesca con 22 y Teruel con 13 empresas disueltas, sobre todo, de sectores como la construcción y actividades extractivas, industria, comercio o agricultura.