Aragón
El 30% de las empresas en Aragón cree que una sociedad sin efectivo aumentaría los costes
- El 63% de las empresas prevé un aumento de los ciberataques si todos los pagos se realizan online
Eva Sereno
Zaragoza,
Los pagos en efectivo están en el punto de mira con la crisis sanitaria de la Covid-9 ante las medidas implementadas para frenar la expansión del coronavirus. Sin embargo, las empresas aragonesas no se muestran partidarias de la eliminación de los pagos en efectivo, ya que consideran que se producirá un aumento de los costes y también un incremento de los ciberataques.
El aumento de las transacciones con tarjeta o a través del teléfono móvil ante la recomendación de no hacer pagos en efectivo para evitar la propagación del coronavirus, está introduciendo cambios en los hábitos de los ciudadanos. Una situación que los empresarios empiezan a observar con cierta incertidumbre ante la desescalada del estado de alarma.
El 31% de las empresas aragonesas cree que una sociedad sin efectivo incrementaría los costes operativos que, en plena crisis de la Covid-19, sería un gasto y una inversión a añadir al balance económico, según se desprende de los datos del Informe Europeo de Pagos de Intrum.
Una percepción que, en las empresas aragonesas, es mayor que en el conjunto del tejido empresarial en España, donde el 21% ve este aumento de los costes operativos si no hay dinero en metálico.
Esta no es la única inquietud de las empresas. El 63% de las empresas, especialmente las pymes, prevé que se producirá una mayor exposición a los ciberataques si todos los pagos se realizan online.
Las empresas aragonesas son las segundas que más apuntan esta posibilidad de los ciberataques, seguidas de las vascas con un 72%.
Unos porcentajes que contrastan, por ejemplo, con el caso de Murcia, comunidad en la que solo el 23% de las compañías apunta esa mayor exposición a ciberataques si no hay dinero en efectivo.
Frente a estos inconvenientes, las empresas aragonesas ven alguna ventaja en la eliminación de los pagos en efectivo. El 17% opina que esta supresión reducirá la pérdida de clientes. Un porcentaje que, no obstante, está por debajo del 36% de la media española.