La economía aragonesa mantiene su competitividad pero pincha en innovación y perfiles técnicos
Eva Sereno
Zaragoza,
El Índice de Competitividad de la Economía Aragonesa se mantiene por encima del estimado para España, aunque existe margen de mejora en áreas como la innovación y diferenciación y en la capacitación del capital humano con perfiles científicos y técnicos.
La economía aragonesa mantiene su nivel de competitividad. El Indicador de Competitividad pone de manifiesto que se ha situado en 96,3 en 2019, avanzando ligeramente en relación a 2018, año en el que fue de 95,9.
Este indicador se mantiene por encima del nivel estimado para España, que ha sido de 90,9 (en 2018 fue de 90,7), aunque continúa por debajo de 100, que es la base de referencia del promedio de los 28 países de la Unión Europea.
Este indicador -se elabora por el grupo de trabajo constituido por 24 representantes de las empresas que conforman el Consejo Empresarial de CEOE Aragón-, refleja que los mayores avances en la comunidad aragonesa se han producido en la utilización de nuevas tecnologías y en sus infraestructuras al haber un mayor porcentaje de población con acceso a banda ancha, cuyo indicador ha alcanzado un valor de 103,6 frente al 82,5 de España.
Además, la evolución del uso de nuevas tecnologías continúa siendo favorable en la comunidad aragonesa, superándose los niveles de la Unión Europea, tanto en usuarios frecuentes de Internet como (a la baja) en personas que nunca han usado la red.Este indicador toma un valor de 102,8 en Aragón frente a 91,6 en el conjunto de España. Sin embargo, se ha producido una disminución desde la anterior medición en el porcentaje de población que ha comprado por Internet en el último año: pasa de 97 a 95,3.
En el caso de infraestructuras igualmente se observa que Aragón registra un buen comportamiento en relación a España y la zona Euro por la evolución del transporte de mercancías en avión por habitante
La comunidad aragonesa ha mantenido también en este período las ventajas en competitividad vía precios y en condiciones de vida -en este caso por encima de la media europea- en cuanto a esperanza de vida al nacer y en médicos por 100.000 habitantes. Además, hay relativamente bajo riesgo de pobreza. No obstante, se han detectado algunos puntos débiles como las camas de hospital por 100.000 habitantes y la mayor tasa de dependencia.
El indicador refleja a su vez que se han producido tímidos avances en cuanto al mercado laboral -la tasa de paro sigue siendo elevada, los avances de las variables van lentamente y se mantienen diferencias negativas en productividad (PIB por trabajador)-, y en el capital humano al reducirse los niveles de fracaso escolar y el número de jóvenes que no estudian ni trabajan.
A mejorar
Los datos del indicador reflejan que Aragón tiene margen de mejora en aspectos como la innovación donde, precisamente, no se han producido avances, al igual que en diferenciación. Un hecho que se explica porque la recuperación de la I+D está siendo limitada y no se corresponde con el crecimiento económico de los últimos años.
Además, hay ausencia de nuevos datos de registros de marcas y de diseño industrial, aparte de observarse el estancamiento de desarrollo como porcentaje del PIB. Con estas variables, Aragón y España quedan por debajo de la media europea con índices del 54,1 y del 81,1, respectivamente.
Desde una perspectiva de largo plazo, la innovación y la diferenciación siguen siendo puntos de mejora en Aragón, sobre todo, en materia de recuperación de las inversiones. También se debe avanzar en la capacitación del capital humano, especialmente, en perfiles científicos y técnicos, cuyos niveles están en Aragón por debajo de la media europea.
El índice elaborado sintetiza el estudio de 27 variables organizadas en 7 bloques cuyo análisis refleja la inversión, el empleo, la riqueza y, en definitiva, la competitividad de una economía: infraestructuras, mercado laboral, capital humano, innovación, nuevas tecnologías, condiciones de vida y precios. El índice se ha actualizado con los datos que se han publicado durante el último año de las distintas variables que conforman este indicador.
Para la realización de esta revisión, se ha considerado que el índice de competitividad de un año t se elabora con los datos el periodo anterior t-1, dado el retraso temporal con el que se publican la mayor parte de las variables utilizadas. Por ello, el Consejo ha estimado conveniente modificar la periodicidad del cálculo del índice pasando a ser de un año a partir de ahora, frente a los seis meses del cálculo anterior.