Andalucía

El precio del pistacho dispara su cultivo en Andalucía

  • La superficie plantada en la región supera las 2.500 hectáreas.
Cada año se siembran más de 300 hectáreas nuevas de pistacho en Andalucía. Foto: E.E

Marta Ramos

El cultivo del pistacho está en auge en Andalucía, los agricultores están apostando por este fruto seco de alta rentabilidad económica que ha comenzado a sustituir en muchas zonas al almendro, al cereal e incluso al olivo.

La superficie cultivada en la región ronda ya las 2.500 hectáreas, de las que casi la mitad son productivas y es que, el árbol del pistacho necesita entre cinco y siete años para comenzar a producir frutos desde que se planta.

Con respecto a la campaña anterior, la superficie plantada ha experimentado un crecimiento del 30%. Según indica a elEconomista Andalucía el presidente de la Sociedad Agraria de Transformación Pistachos de Andalucía, Francisco García, cada año se siembran entre 200 y 500 hectáreas nuevas de pistachos.

El cultivo de este fruto seco localiza principalmente en dos provincias andaluzas, que acaparan más del 57% de la superficie cultivada en en la región. En concreto, en Granada son más de 800 hectáreas (el 34% del total) mientras que en Jaén el cultivo supera ya las hectáreas (23,4%). A más distancia se encuentran Córdoba, con unas 350 hectáreas (15,1%), Sevilla con alrededor de 300 hectáreas (11,2%) y Málaga con unas 270 hectáreas (10,8%). Menos significativos son los casos de Cádiz, Almería y Huelva, ya que entre las tres apenas representan el 5% total del cultivo.

"La situación es inmejorable, porque es un producto nuevo que está dando unos precios mucho más elevados que otros frutos secos", asegura el experto explicando que mientras que el kilo de almendra con cáscara se paga al agricultor a 0,90 euros, el de pistacho también sin pelar ronda entre los 7,60 y los 7,80 euros. Un precio que podría superar los 20 euros si se vende en pepitas.

Una parcela en secano puede dejar de beneficio al agricultor entre 6.000 y 6.700 euros al año por hectárea, además es un cultivo de gastos mínimos porque necesita menos tratamientos fitosanitarios que el olivar o el almendro.

García indica que la Diputación de Granada está apostando por el cultivo y está liberando partidas económicas para que los ayuntamientos de la provincia planten pistachos en las parcelas comunales abandonadas , con el objetivo de que sean trabajadas por agricultores de la zona.

Impulso en zonas rurales

En municipios como Alamedilla, La Peza o Santa Cruz del Comercio, pequeñas localidades de la Sierra Norte de Granada con apenas 1.000 habitantes y nulas posibilidades laborales, está comenzando a crearse una industria alrededor del pistacho, con la fabricación de dulces y el tratamiento de la piel y la cáscara. Un aspecto que está contribuyendo a paliar el éxodo rural que está despoblando estos pequeños pueblos. Además, se está estudiando crear una ruta turística centrada en el pistacho que contribuya a dinamizar esta zona carente de industria y posibilidades laborales.

"Son municipios en los que no había nada y solo quedaban personas mayores, la juventud se estaba marchando y el pistacho puede jugar un papel muy importante", comenta el presidente de la sociedad.

El pistacho genera numerosos puestos de trabajo que van desde injertadores, agricultores formados y recolectores hasta personal de tratamiento del fruto, administrativo y de logística.

El experto comenta que esta apuesta por el pistacho supone además la recuperación de un cultivo ancestral, ya que, en Andalucía en la época árabe ya se cultivaba este fruto seco y era considerado un alimento real.

Aunque todavía no se exporta fuera de España, el pistacho andaluz ya ha llamado la atención de lugares como Italia, Alemania, Reino Unido y algunos países árabes que han mostrado su interés de importar el producto.

Además, empresarios americanos e iraníes han mostrado interés por cultivar pistachos en la provincia de Granada, ya que, las tierras presentan similares características a las de sus países.

Con el objetivo de orientar y asesorar a los agricultores que comienzan a trabajar con este cultivo, se ha creado una Mesa Sectorial del Pistacho, desde donde ya reclaman ayudas a la Junta de Andalucía para seguir creciendo. Por ahora, solo reciben las subvenciones correspondientes a los frutos secos, cuantía que consideran insuficiente por el elevado precio de estos árboles.

Aumentar la producción, abrirse camino en el mercado internacional y recuperar tierras baldías para evitar el éxodo rural son algunas de las metas que se marcan los agricultores que se han aventurado a recobrar el cultivo de uno de los frutos secos más antiguos de Andalucía, mediante la vanguardia del siglo XXI.