Andalucía
Disfruten del verano, por si acaso...
Por Manuel Alejandro Cardenete. Catedrático de Economía. Vicerrector de Posgrado. Universidad Loyola de Andalucía
En estos días muchos ya habrán tomado las vacaciones. Otro quizás ya han vuelto. Y otros, desgraciadamente, no podrán tomarse las mismas. Sea como fuere, el mes de agosto es un mes de pausa y reflexión. Y en esta línea quisiera exponer la mía.
Nos vamos con la sensación de que la economía andaluza sigue mostrando un buen comportamiento. Ya decíamos en estas mismas líneas, que el crecimiento para Andalucía, según el Loyola Economic Outlook, rondará el 2,8 por ciento de PIB al finalizar el año. Pero no nos engañemos. Esto comienza a ser ya un espejismo.
Hay grandes nubarrones en el horizonte. Algunos exteriores: como la subida del crudo, la subida de los tipos de interés y la guerra comercial, y otros interiores: un sector turístico que va a terminar el verano con una aportación menor al PIB que el año pasado, una tasa de paro por encima del 20 por ciento y con unas Elecciones Autonómicas a la vista que pondrán el Presupuesto de 2019 sin aprobación en otoño. Y es que en el ciclo económico, está tocando su fin la fase expansiva.
Lo que llamamos los economistas como cima, está ya pasada. Y las tasas de crecimiento para los próximos años serán ligeramente superiores al 2 por ciento, con suerte. Y esto es realmente un problema. Vamos a recuperar e incluso superar el PIB nominal andaluz del periodo precrisis, pero se muestra insuficiente para tener una tasa de paro que triplica la media europea.
Hablamos de un 22-23 por ciento en el mejor de los escenarios para cerrar el 2018. En este contexto, el Gobierno nacional parece que va a apostar por una subida generalizada de impuestos: tasa Google, impuesto a la banca, Impuesto de Sociedades, destope de las cuotas a la Seguridad Social,… Y esto no es precisamente lo que necesita una economía que comienza a desacelerarse. No soy un economista agorero. Muy al contrario.
Pero lo que veo en el horizonte no me gusta precisamente y no veo una reacción adecuada. Ni a nivel nacional, ni a nivel regional. Vamos a salir de la fase más expansiva del ciclo y no hemos hecho nuestros deberes. Por todo esto, titulaba este artículo de esta forma irónica.
Disfrutemos del verano porque el curso que viene va a ser realmente movido. Y mucho me temo que la política prevalezca sobre la economía y se posponga decisiones contundentes para frenar la desaceleración que se avecina. Porque si nos dedicamos a esperar cómo llega la nueva recesión -que tranquilos, no será como la pasada-, veremos cómo la tasa de paro en Andalucía nunca llegará a cifras de un solo dígito.