Las procesiones toman las calles andaluzas con los hoteles al 80%
- La flor cortada y la artesanía cofrade recuperan su actividad tras dos años de parón.
Marta Ramos
El Lunes Santo vuelve a oler a incienso por las calles andaluzas, tras dos años de parón por la pandemia, las procesiones realizan sus tradicionales y esperados recorridos. Una semana de fervor que genera un importante impacto económico en la región, solo en Sevilla se mueven más de 400 millones de euros y esta festividad ya supone casi el 1,5% del PIB de la ciudad.
Había ganas de Semana Santa y se está notando en la ocupación hotelera que ya roza el 75% de media y alcanzará el 80% entre el Jueves Santo y el Domingo de Resurrección.
Además de Sevilla y Málaga, que tradicionalmente son los destinos favoritos para disfrutar de las procesiones, destaca Huelva que este año también está por encima de la media, incluso superando las cifras de 2019, la última Semana Santa normal antes de la pandemia.
"Los primeros datos de reservas que nos llegan vuelven a demostrar que cada vez estamos más cerca de recuperar los niveles prepandemia. Andalucía se posiciona como destino preferido para el mercado nacional. El turismo será sin ninguna duda uno de los motores económicos de Andalucía en 2022. Somos el mejor destino del mundo y ningún territorio puede ofrecer la oferta y calidad de nuestra tierra", comenta a elEconomista Juan Marín, consejero de Turismo y vicepresidente de la Junta de Andalucía.
Hoteles prácticamente llenos, al mismo ritmo que las cafeterías, bares y restaurantes, sobre todo en las capitales, donde se concentran las principales procesiones, aunque la costa y los municipios de interior también están registrando resultados positivos.
Según los datos de la consejería de Turismo, dos de cada tres empresarios prevén obtener esta Semana Santa mejores resultados que en 2019. En lo que se refiere al empleo, en el sector de la hostelería ya se han superado las cifras de aquel año, que se toma como referencia de normalidad.
"Los empresarios han hecho un trabajo mayúsculo por sostener sus negocios en lo más duros de la pandemia y ahora llega el momento de recibir turistas y recuperar la fortaleza de sus empresas. La Junta de Andalucía va de su mano para todo ello";, comenta el consejero.
La flor cortada recupera su actividad
Además del turismo, la Semana Santa supone un importante motor de ingresos para muchos otros sectores, como el de la flor cortada, duramente azotado por la pandemia y ahora también por otras situaciones como la huelga de transportistas y la guerra de Ucrania.
Entre la Cuaresma y la Semana de Pasión los floristas generan el 30% de la facturación de todo el año, un importante respiro para un sector que con la pandemia ha perdido más de 270 millones de euros.
"Nos ha venido como agua de mayo, estamos superando las ventas incluso de hace dos años, la gente tenía muchas ganas de Semana Santa y llevamos ya casi un mes recibiendo pedidos de Hermandes e iglesia, lo más demandando como siempre son los claveles, aunque se está vendiendo de todo";, comenta José Santamaría, propietario de Santamaría Tirado productores de Flor y portavoz del área de Flor Cortada de COAG Andalucía.
Tras la Festividad de Todos los Santos, la Semana de Pasión es la mayor campaña de ventas para este sector que en invierno exporta casi el 50% de su producción a países europeos como Alemania, Italia, Holanda, Francia o Alemania.
Por otro lado, la artesanía cofrade es otro de los sectores que ansiaba la vuelta de las procesiones a la calle y es que estas pequeñas empresas, la mayoría con más de medio siglo de historia, depende casi de manera exclusiva estos días para subsistir todo el año.
"Estamos muy contentos, han sido dos años muy duros y por fin las procesiones vuelven a la calle y hemos podido recuperar nuestra actividad";, comenta Ramón Martínez, propietario de El Rincón del Nazareno, tienda cofrade sevillana que acaba de cumplir 101 años vistiendo a los nazarenos de la ciudad.