El campo andaluz abre la guerra contra las importaciones irregulares

El campo andaluz comienza el 2020 atravesando uno de los momentos más complicados de su historia reciente. Los agricultores han marcado el final de año con intensas protestas por toda la región para hacer ver a la sociedad la grave crisis que está sufriendo uno de los sectores clave de la economía andaluza y reclamar a las administraciones públicas medidas reales que logren revertir la situación.

La primera gran concentración fue en Almería, donde el sector al completo aúno fuerzas para reivindicar soluciones; la segunda cita, esta vez liderada por la organización agraria COAG, ha tenido lugar en Motril (Granada), donde los agricultores han denunciado las irregularidades en las importaciones desde países como Marruecos, y la última manifestación ha sido en Málaga, hasta donde han llegado productores de toda Andalucía y de Murcia para dejar constancia de las devastadoras consecuencias que están provocando en el sector las reiteradas caídas de precio y los vaivenes del mercado.

"Hay muchísima preocupación, el sector de la fruta y hortaliza está muy mal, la Unión Europea (UE) firma cuerdos que después incumple porque no los controla. Se está incrementando la producción en zonas como el Magreb y Egipto y eso afecta a un cultivo estratégico como es el tomate, estamos perdiendo superficie", ha explicado a elEconomista Andalucía, Miguel López, secretario general de Coag Andalucía.

Ante esta situación, la organización agraria ha decidido por unanimidad impulsar, a partir de enero de 2020, un proceso de movilización general agraria en unidad de y además están estudiando con el conjunto del sector la convocatoria un paro general en el campo.

Según han avanzado desde la organización, este proceso se desarrollará una vez constituido el Gobierno con plenas funciones con el fin de tener un destinatario claro y directo de sus reivindicaciones.

En 2019, según los datos publicados por Eurostat, la renta agraria en España se ha desplomado un 8,6 por ciento, por la caída de valor de la producción de un 3 por ciento y el aumento de los costes de producción en un 3,6 por ciento.

Reivindicaciones del sector

Una de las principales reivindicaciones de los agricultores pasa por la recuperación de precios, para lo que exigen a las administraciones que actúen contra "la especulación" en la cadena para poder vivir del valor de sus productos y no "quedar a merced de los intereses de la distribución comercial europea".

En cuanto a las importaciones, desde COAG se pide la denegación de nuevas concesiones en el sector de frutas y hortalizas en el marco de perjudiciales acuerdos bilaterales y multilaterales entre la UE y otros países.

"La creciente apertura del mercado europeo a las importaciones, desde países con sistemas de producción de bajo coste y muy laxos en términos laborales o medioambientales, ha derivado en una saturación completa propiciada por los poderes públicos y las grandes empresas de distribución comercial" han denunciado desde la organización.

Asimismo, los agricultores consideran imprescindible aumentar el control en los Puestos de Inspección Fronterizos de la UE tanto en materia calidad y sanidad del producto importado y en aras de la protección del consumidor y reclaman un aumento del control del etiquetado del origen y posible reetiquetado de producto importado para evitar el fraude.