Llega la corrección y su séquito de interrogantes a pesar de una apertura espectacular de la temporada de resultados empresariales. Wall Street tiene por primera vez desde julio los argumentos para cuestionar el escenario de aterrizaje suave de la Fed.
¡Se veía venir! El Dow Jones no pudo consolidar los 12.000. Ayer, y después de titubear en Asia, los mercados europeos empezaron a bajar por la mañana y las bolsas americanas remataron el resto: todas cerraron en rojo y ciertos índices, como el Dow Transportes, acusaron seriamente las ventas. El hecho de que las tomas de beneficios superen a la inyección de liquidez no debería sorprender. Al fin y al cabo, las bolsas salen de un rally otoñal importante y merecen un descanso. Pero el hecho de que la vuelta comience a partir de resistencias psicológicas como los 4.000 del eurostoxx o los 12.000 del Dow Jones refuerza la idea de que los mercados necesitan purgar el exceso de compra antes de poder asaltar de nuevo las resistencias. No deja de ser una ironía que la corrección empiece cuando la temporada de resultados se está luciendo como nunca, con una mayoría aplastante de sociedades con cifras mejores que las previsiones de los analistas
En Bolságora tenemos por costumbre recordar que un mercado bajista siempre empieza por una corrección. No nos sorprenderá por lo tanto que los bajistas de siempre envíen de nuevo señales de humo para advertir contra el fin de fiesta. No faltan los argumentos para reabrir el debate que mantuvo Wall Street en lateral hasta julio:
- Petróleo. Los precios oscilan desde hace varios días en la zona de los 58-62 dólares, su megasoporte a medio plazo. La actualidad política está muy cargada y la OPEP debería cortar la producción. Es posible que los precios vuelvan a orientarse al alza.
- Inflación. Viene bajando desde hace dos meses gracias a la baja de un 25% de los precios del crudo. Pero las expectativas están ya en el mercado. Las cifras a medio plazo siguen mostrando ciertas tensiones salariales y vuelven las dudas. El último dato de la inflación subyacente al productor no fue bueno y los inversores dudan de que la Fed encuentre el espacio para bajar los tipos antes de varios trimestres.
- El crecimiento ha sido estimulado por la inyección de poder adquisitivo procedente de la baja del petróleo. Sólo en EEUU, se calcula en 100.000 millones de dólares el ‘bonus’ para la economía. Pero este efecto es temporal, al menos mientras la caída del petróleo no modifique las anticipaciones de medio plazo de las familias y de las empresas. Lo muestra la baja de ayer de la producción americana que ha cogido a Wall Street por sorpresa cuando las cifras no eran tan preocupantes.
- Los resultados de Wall Street superan las previsiones de los analistas. El aumento de los beneficios apunta a una economía fuerte hasta septiembre. ¿Qué hará la Reserva federal si la inflación subyacente no baja? Se reabre el debate sobre los tipos de interés.
Tenemos todos los ingredientes para que el mercado se vea en la tentación de considerar que septiembre y octubre fueron un momento de bonanza temporal en un entorno todavía incierto: la inflación no está estabilizada y el crecimiento sigue siendo motivo de preocupación. Lo demuestra el intento alcista de los bonos (bajista de los rendimientos) después de 3 semanas de corrección al alza. La simultaneidad de los movimientos entre renta fija y renta variable hace pensar en una causa común: la tentación de reabrir el debate sobre el soft y el hard landing americano y sobre la política de la Fed y su calendario de bajas de tipos. En resumen, el mercado tiene por primera vez en 3 meses los argumentos para cuestionar el escenario que la Fed ha podido vender con éxito en julio.
Es probable que los inversores pequen de exceso de nerviosismo -y quién no después de haber comprado por encima de los 13.000 Ibex o con el Dow en la zona de los 11.900- y que dicha corrección sea saludable si nos permite quebrar la sobrecompra del mercado. Pero es posible que mientras tanto el mercado vuelva a la lateralidad que marcó los precios entre mayo y julio.