Otra vez, el miedo a los tipos. No hay manera de que Wall Street confirme su salida alcista. Ayer vivió su tercer día de recortes que, aunque moderados, alejan de nuevo a los índices de sus máximos anuales.
No hay manera de que Wall Street confirme su salida alcista. Ayer vivió su tercer día de recortes que, aunque moderados, alejan de nuevo a los índices de sus máximos anuales. El Dow Jones se dejó el 0,47%, el S&P 500 recortó el 0,49% y el Nasdaq -que por una vez fue el mejor- cerró con un descenso del 0,29%.
El detonante de los nuevos descensos fue el aumento de la incertidumbre sobre los tipos de interés. Al principio de la semana había grandes esperanzas de que los importantes datos que se iban a publicar confirmaran el escenario de que los tipos no irán más allá del 5%. Pero lejos de aclarar mínimamente el panorama, las cifras conocidas ayer apuntan claramente en la dirección opuesta: la confianza del consumidor subió mucho más de lo esperado hasta su nivel más alto desde mayo de 2002, y las ventas de viviendas de segunda mano subieron un inesperado 0,3%, cuando se preveía una caída.
Estos datos tuvieron un impacto en los demás mercados mucho mayor que en la renta variable. El dólar detuvo su nuevo desplome matinal, aunque el euro se mantuvo por encima de los 1,24 dólares al cierre americano. Por el contrario, el oro recuperó con fuerza tras la dura corrección de los últimos días, hasta cerrar en 634 dólares. Pero el gran impacto se produjo en la deuda: los precios de los bonos en EEUU volvieron a hundirse y su rentabilidad -que se mueve a la inversa- subió hasta el 5,07%.
El petróleo se vio afectado por el anuncio de Bush de suspender la acumulación de reservas estratégicas para poner más combustible en el mercado y contribuir a bajar su precio. El barril llegó a caer hasta 71,75 dólares, pero recuperó hasta 72,88, lo que implica una caída mínima respecto al lunes.
La incertidumbre económica -que hoy contará con las referencias del Libro Beige de la Fed, los pedidos de bienes duraderos y las ventas de viviendas nuevas- se impuso a los resultados empresariales, que volvieron a ser mayoritariamente buenos. Ayer la estrella del día fue AT&T, que batió las previsiones y subió el 0,5%. DuPont publicó una caída de su beneficio por el coste de las materias primas y el valor cayó el 1,3%, pero elevó su previsión para el ejercicio. Yum Brands, Lexmark y Whirlpool también batieron las expectativas.
Tras el cierre, Amazon se puso en el platillo de la balanza de Google en Internet con unas cuentas mejores de lo esperado, y se disparó el 7,5% en el after hours.