Wall Street sube con fuerza gracias a los resultados empresariales, y permite una nueva sesión alcista hoy en Europa. A la cuarta fue la vencida, y Wall Street logró por fin mantener las subidas iniciales de una sesión (en las tres anteriores, los índices habían acabado bajando).
No sólo eso, sino que la subida fue acelerándose conforme pasaban las horas, de forma que los índices acabaron en máximos del día, con alzas finales muy notables: del 2,52% para el Dow Jones, del 2,51% para el S&P 500 y de un impresionante 3,12% para el Nasdaq.
Así pues, parece que por fin ha llegado el rebote que todo el mundo llevaba esperando hace semanas y que no terminaba de aparecer, sino que se extremaba el sufrimiento de los alcistas. Ayer Europa logró cerrar con alzas superiores al 1% en todos sus índices, y hoy debería comenzar con fuertes subidas de nuevo después de este cierre tan positivo de Wall Street. No deja de ser lógico: una caída tan violenta como la de las últimas semanas y la sobreventa extrema del mercado justifica un rebote mucho mayor que el de ayer.
Ahora bien, eso no significa que el mercado haya hecho suelo. Como hemos señalado en los últimos días en Bolságora, Wall Street no ha vivido una sesión de capitulación típica, con un desplome salvaje y unos inversores que tiran la toalla en masa vendiendo las acciones que les quedan a cualquier precio. Y eso que la gravísima crisis que atraviesa el sector financiero norteamericano justifica de sobra una capitulación de este tipo.
Lo cual hace sospechoso este suelo: es probable que, cuando termine el rebote actual, vuelvan las caídas por debajo de los mínimos anteriores. En todo caso, será el mercado el que nos lo diga. Si el rebote actual supera resistencias relevantes (que hoy por hoy están bastante lejos), podremos empezar a hablar de un suelo fiable de medio plazo. Mientras eso no ocurra, fiarse del rebote como oportunidad de compra puede ser suicida.
La fuerte recuperación de anoche en Wall Street tuvo detrás básicamente dos elementos. Por un lado, unos resultados empresariales mejores de lo esperado, empezando por las tecnológicas Intel -que subió el 1%- y Sun (+4,1%), y siguiendo por un banco, Wells Fargo, que proporcionó algo de tranquilidad al sufrido sector financiero al anunciar una mejora del dividendo que le valió una subida del 32,8% en bolsa. De hecho, el S&P Financial, que hace dos días había sufrido su mayor caída desde el año 2000, vivió la mayor subida diaria de su historia: el 12%. Bank of America se disparó el 22,4%, por ejemplo. Las atribuladas Fannie Mae y Freddie Mac recuperaron en torno al 30% gracias a los planes gubernamentales para su rescate.
Por otro lado, el petróleo prolongó la corrección de las dos sesiones anteriores y cayó otros 4,24 dólares hasta 134,5 después de una inesperada subida de las reservas semanales en EEUU. Ahora bien, el escenario macro no da tregua. El IPC salió peor de lo previsto y alcanzó el 5%, su tasa más alta en 17 años. Además, las actas de la última reunión de la Fed mostraron que algunos miembros del Comité son mucho más 'halcones' que Bernanke, ya que consideran que los tipos deben subir de inmediato para combatir la escalada de los precios. Ahora bien, el mercado se quedó con la idea de que la prioridad de la Fed es salvar al sector financiero, y que eso aplazará las alzas de tipos.