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Punta Caliza Hotel: sostenibilidad, lujo y respeto por el medio ambiente

  • Ubicado en la isla de Holbox, con 12 habitaciones expandidas en horizontal
  • Tiene una pìscina que se extiende a lo largo de todo el complejo
  • El diseño corre a cargo del Estudio Macías Peredo

María Sempere
Madrid,

La famosa Isla Holbox, en México, acoge a este singular hotel, que ya se ha convertido en toda una referencia del diseño vanguardista y respetuoso con el medio ambiente. Un establecimiento hotelero discreto, extremadamente elegante, que ofrece una experiencia sensorial digna de ser contada.

Canales y madera en el hotel

El hotel es propiedad de una familia mexicana que adora su país y siente una verdadera pasión por viajar. Nadie mejor para ofrecer una experiencia hotelera diferente que unos buenos expertos en la materia.

Punta Caliza Hotel está en la costa de la Isla Holbox. Solo tiene 12 habitaciones, que se expanden de forma horizontal. Lo más curioso de este establecimiento es su enorme piscina, que se extiende a lo largo de todo el complejo, formando un sinuoso canal de agua, que recorre todas y cada una de las habitaciones. De esta forma, cada espacio cuenta con su propia piscina privada, que bien recuerda a los canales venecianos.

El diseño del hotel mexicano ha sido cosa del Estudio Macías Peredo, que alberga grandes premios de arquitectura. De hecho, el diseño de este hotel ya se ha ganado alguna nominación a galardones muy emblemáticos.

La idea de crear un canal que recorriera todo el hotel no solo responde a una cuestión estética, ni siquiera a mejorar la experiencia del huésped. La sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente están detrás de todo esto. Que la piscina recorra todas las habitaciones permite regular muchísimo la temperatura, reduciendo el consumo de los aparatos de aire acondicionado.

Además, todo el hotel se ha construido con mucho respeto, recurriendo a materias primas de proximidad, como la madera de zapote y cedro, el zacate de palma y la pasta chukum, que procede de la resina de un árbol de la isla.

Las habitaciones derrochan estilo y lujo. El huésped se convierte en el centro de atención de un lugar mágico y único, que ha sido pensado para optimizar la experiencia sensorial del viajero.