Una rampa de esquí sobre una central eléctrica
Evasión
La ciudad de Copenhague disfrutará el próximo año una de las pistas de esquí artificiales más grandes del mundo, que se levantará sobre una central de conversión de residuos urbanos en energía eléctrica.
Construida por Amager Ressourcecente, esta central estará equipada con la última tecnología para realizar una óptima producción de energía a partir del tratamiento de los residuos. Pero al mismo tiempo deberá tener una estética que sea aceptada por el entorno, una que incluso que sea "bienvenida en cualquier patio trasero", apuntan los constructores en su web.
Para cumplir con esta tarea Amager Ressourcecente incluirá en el techo del incinerador de su central una de las mayores pistas de esquí artificiales del mundo, un proyecto bautizado como Amager Bakke. La pista, que está inspirada en las de los Alpes, tendrá 440 metros de largo y estará activa todos los inviernos. El resto del año se transformará en una zona verde.
La futura central de tratamiento de residuos espera generar la electricidad suficiente para suministrar energía a más de 50.000 hogares y la calefacción de unas 120.000 casas. Todo reduciendo las emisiones de azufre en un 99,5% y minimiza también las emisiones de NOx.