Universidades

La universidad española, la cuarta más cara de Europa tras Reino Unido

  • Existe una gran diferencia de precio entre las Comunidades Autónomas

Noelia García

La subida de tasas universitarias durante la crisis española ha convertido a la universidad de nuestro país en la cuarta más cara de Europa, tras Reino Unido, Irlanda y Holanda, según se desprende del informe La universidad española en cifras (2014-2015), elaborado por la Conferencia de Rectores (CRUE).

Cataluña es la más cara de todas las comunidades, aunque este curso haya congelado sus precios públicos (que decide cada comunidad en base a una horquilla de cuantías máximas y mínimas). Desde 2011, sus estudios de grado se han incrementado un 67% y otro 137% los de máster. El precio público del crédito matriculado en grado es de 33,52 euros. Esto se ha traducido en un descenso de matriculaciones desde el curso 2011-2012.

De esta manera, antes de la caída de la financiación pública universitaria y a pesar de estar inmersos en la crisis, en el curso 2010-2011, un grado de Ciencias de la Salud, por ejemplo, costaba una media de 1.290 euros y, en estos momentos, en Cataluña se pagan 2.150 euros; en Madrid 1.780 euros y en Andalucía 750 euros. Por lo tanto, no existe heterogeneidad en el precio si atendemos a regiones.

La media general de toda España de lo que paga un universitario por un curso de grado es 1.100 euros; y 2.020 euros por un máster.

Por su parte, la segunda más cara, Madrid, ha bajado un 5% las tasas para grado y un 10% para máster, que la sigue manteniendo en el segundo puesto de regiones más caras. En el otro extremo están Galicia, donde el crédito cuesta la mitad o menos y en Asturias, donde se paga una cuarta parte menos. El precio medio por crédito en ambas se sitúa en 17,13 euros.

Hacer frente a los recortes

La conclusión es que, durante los años de crisis, las universidades dispararon sus precios para poder hacer frente a los recortes y así conseguir dinero por parte de las matriculas de los alumnos. Según datos del Ministerio de Educación, la subida media durante la crisis ha sido del 18,6% en grados y un 21,5% en másteres.

Mientras, otros países como Alemania no superan los 50 euros por año académico o los noruegos, daneses, suecos o finlandeses, que no pagan nada por sus estudios. Cabe destacar también que, aunque España sea uno de los países que están a la cabeza en cuanto a sus tasas, estamos a la cola en las ayudas a los univesitarios. Además, España no concede préstamos, ni beneficios fiscales, ni ayudas familiares.

Los efectos de estos años de crisis han sido el cierre de carreras, fusión de facultades, despido de personal, pérdida de fondos, un menor número de alumnos por la subida de los precios y becas con menos financiación. Lo positivo es que las universidades son más eficientes y han hecho lo mismo que antes o más, con menos presupuesto. Cabe destacar que los datos de pérdida de alumnos son muy significativos, puesto que a finales de los 90 y en la primera mitad de los 2000, las cifras de alumnos crecieron. El pico de matriculados se alcanzó antes de la crisis. Sin embargo, ahora, estamos en niveles de hace más de 10 años.

Otra de las consecuencias de la subida de las tasas es que ha provocado una disminución del número medio de veces que un estudiante se matricula en una asignatura antes de aprobarla, según un estudio de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea).

Más aprobados

También se destaca en su informe que ha aumentado la probabilidad desuperar la materia en primera matrícula y han mejorado en general las calificaciones. Esto se debe a que los alumnos desde 2012, año en el que se aprobó el Real Decreto de racionalización del gasto educativo (que dejó un amplio margen a las comunidades para incrementar las tasas en segundas y terceras matrículas), se esforzaron más para aprobar las asignaturas en primera matrícula y no pagar el doble el siguiente año por la misma materia en el caso de suspender.

Algunas universidades decidieron subir poco las tasas en primera matrícula y aumentarlas mucho para los repetidores, mientras que otras eligieron una fuerte subida desde la primera matrícula.