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Los ángeles de Victoria's Secret, ¿acabarán siendo orientales?


    Evasión

    El próximo mes de septiembre, Victoria's Secret abrirá su primera tienda de grandes dimensiones en Shangai, China. Con algunas dudas sobre la pérdida de hegemonía de la marca en occidente, Victoria's Secret espera revolucionar el sector de la lencería en el gigante asiático.

    China desde hace varios años es un amplio e interesante mercado para la industria de la moda. El gusto oriental por las firmas de lujo europeas y la demografía del país hacen de este territorio un mercado interesante. Además, la mujer oriental suele gastar importantes cantidades de dinero en el cuidado de su imagen. Y en el caso concreto de la lencería, las asiáticas cada vez más están apostando por diseños occidentales, más sensuales. De hecho, compañías locales de lencería como Beijing Aimer, Maniform y Ordifen están trabajando por una mayor calidad y sensualidad en los diseños.

    Además de esta tendencia, según un informe publicado por el Grupo Mintel, el negocio de la lencería en China mueve aproximadamente unos 18.000 millones de dólares al año. Además, consultoras como Euromonitor estiman que para el próximo año el volumen de ventas ascenderá a los 25.000 millones de dólares -el doble de lo que factura este mercado en Estados Unidos-. Y Para 2020 las estimaciones alcanzan los 33.000 millones.

    Ante esta realidad, parece lógico que el gigante norteamericano de la lencería de lujo ponga sus objetivos en el país asiático. L Brands Inc, compañía propietaria de la firma, lleva meses soportando rumores sobre su posible perdida de poder en el mercado. Lo cierto, el pasado mes de abril la multinacional anunció una reducción de plantilla de 200 empleados en sus oficinas de Nueva York y Columbus. Y en mayo anunció que cesará su producción de líneas de bikinis, calzados y accesorios. También informó que dejará de enviar su catálogo en papel.