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Vacaciones de lujo: isla privada en alquiler


    María Sempere

    Organizar las vacaciones de verano es una experiencia en la que cada viajero puede elegir un lugar mágico para disfrutar de un merecido descanso. Aquellos que cuentan con abultadas cuentas corrientes y esperan vivir una experiencia inigualable pueden recurrir al alquiler de Musha Cay, la espectacular isla privada, propiedad del mago David Copperfield, en las Bahamas.

    Musha Cay y la exclusividad absoluta

    Hace diez años que el conocido ilusionista americano, David Copperfield, invirtió cerca de 45 millones de euros en la compra de esta fantástica isla privada a poco más de 130 kilómetros de Nassau, en las Bahamas. Durante cinco años realizó numerosas reformas, adaptando este entorno a las necesidades de lujo y opulencia de los huéspedes que suele albergar. Tras invertir un total de 35 millones de euros en reformas y comprar los 10 islotes que hay alrededor de Musha Cay, Copperfield ha conseguido contar con un archipiélago que asegura la máxima privacidad.

    Dicen que se trata de la isla resort más exclusiva e imponente del mundo. Cada noche en esta ubicación tiene un precio de 46.000 euros. Aunque, eso sí, los viajeros que puedan visitar este lugar contarán con los servicios más exclusivos que nadie pueda imaginar. Además, esta experiencia de lujo exige que, como mínimo, se pasen siete noches en la isla. De esta forma se consigue una relajación y confort muy llamativo.

    David Copperfield alquila su archipiélago a tan solo un grupo cada vez. Es decir, pese a que existan diferentes opciones de alojamiento, la exclusividad es máxima. En todo momento, los huéspedes están atendidos por un discreto grupo de trabajadores de la isla que favorecen la estancia de los afortunados que tengan ocasión de conocer este cayo de las Bahamas.

    La isla está rodeada por arenas blancas y playas de agua tropical, con una vegetación característica de la zona. El máximo de huéspedes por noche es de 24 y pueden optar por diferentes opciones de alojamiento. La casa principal tiene mil metros cuadrados y está ubicada encima de una colina. Además, también está la opción de las casitas de la playa, diseñadas con la arquitectura tradicional de la zona. La isla cuenta también con dos villas para invitados con dos dormitorios, playa privada y piscina. Y justo en la playa hay una casa de cinco cuartos para acoger a un grupo superior.

    Musha Cay se convierte, así, en toda una opción vacacional para satisfacer las necesidades de todo aquel que necesite vivir una experiencia mágica.