El espectacular 'falso' Jaguar CX75 de James Bond

La última película de James Bond, Spectre de San Mendes, ya ha cumplido casi un mes en los cines de España y aunque su recaudación liderase la taquilla de algún que otro fin de semana, ha sido peor que las últimas películas de la saga. Los más adeptos de las películas del agente 007 asumen que es una gran película pero que no consigue superar a Skyfall, la anterior a Spectre y también dirigida por Sam Mendes.

El director por su parte, confiesa que este último de los films del agente secreto británico más famoso es del que más orgulloso se siente y en el que mejor se lo pasó grabando las escenas de acción. Una de ellas fue una frenética persecución entre el tradicional Aston Martin gris de Bond y un flamante Jaguar color naranja, a través de las calles de Roma.

El CX75 fue el Jaguar elegido para protagonizar esa escena de la película, su belleza y espectacularidad fueron definitorios para su elección. De hecho, el impresionante diseño externo fue lo que mas destacó del Jaguar CX75 cuando fue presentado en 2010 en el Salón del Automóvil de París.

Creado por el equipo de diseño de Ian Callum, el CX75 buscaba producir no sólo el Jaguar más innovador, sino el más bello de todos los tiempos; un Jaguar que insinuase la evolución del diseño de la marca al tiempo que rindiese homenaje a algunos de sus vehículos más admirados como C220 de los años 80. Además, este modelo fue presentado como un coche eléctrico.

Una año después de esta presentación, en 2011 el fabricante de coches británico, Jaguar Land Rover, anunció la producción de 250 ejemplares del coche a un precio de salida de un millón de libras y en motor de gasolina. Sin embargo, la crisis provocó que el proyecto fuese cancelado en diciembre de 2012.

Por ello, para muchos, la reciente aparición de este espectacular Jaguar en Spectre supuso una esperanza para los más fans de que Jaguar Cars relanzase el proyecto CX75 comenzado de nuevo su producción. Sin embargo, el coche que ha aparecido en la última película de James Bond es un CX75 solo en apariencia. Es más, fueron ocho las réplicas construidas para poder grabar las escenas de acción. Así, tanto el motor como los materiales elegidos no eran los originales.

Sin embargo, los rumores han circulado por el sector automovilístico y Jaguar no ha confirmado ni desmentido nada. De hecho, se especuló que la nueva remesa de futuros CX75 costaría unas 800.000 libras.

Seguramente les esté costando decir que no. La tentación es importante; pero, con dos coches puestos en marcha este año y al fragor de su nuevo crossover, el F-Pace SUV, Jaguar tiene sus manos llenas.