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Las zapatillas blancas de siempre: ahora de moda por 400 dólares
Evasión
Renovar el armario está bien pero siempre supone un gran dilema en la vida de todo el mundo: ¿esto lo voy a necesitar? ¿Se volverá a poner de moda? Ya ha pasado con los pantalones campana o los clásicos Levi's 501. Y, cómo no, ha vuelto a ocurrir. Estuvieron mucho tiempo en altillos olvidadas, incluso fueron tiradas a la basura, pero ahora se vuelven a llevar. Horribles para algunos, increíblemente cómodas para otros, las zapatillas blancas de siempre vuelven a marcar tendencia.
Fueron condenadas tras subir a la pasarela en 1999 por Yohji Yamamoto, pero desde que famosas como Rihanna, Katie Holmes, Elle Fanning o Kristen Stewart las exhibieron como producto estrella en algunos de sus estilismos, han revolucionado su esencia. Ahora, las llamadas sneakers se llevan en verano, por la noche y para todo.
Rihanna, Katie Holmes y Kristen Stewart. Imagen: Corbis
Y como no, a este juego se han sumado muchas firmas deportivas que quieren aprovechar al máximo la reaparición de la clásica zapatilla. Por eso ya no es nada raro bajar la mirada y encontrar una completa invasión de Stan Smith, el modelo de Adidas; u otros sucedáneos que emergen como es el caso de la nueva marca sueca Eytys.
Las sneakers se convirtieron en el culmen de lo cool cuando dejaron de ser un calzado para hacer deporte y pasaron a formar parte del estilo casual, en el que se rompen los códigos dictados por el convencionalismo de la moda y la clave está en ser original. Sea lo que sea, zapatillas al fin y al cabo, pero esto no quiere decir que por ello no haya que pagar un gran precio.
Este es el caso de una nueva firma que ha provocado la locura total entre los adictos a la moda. Common Proyects es el nombre de la empresa que se ha propuesto concebir la zapatilla perfecta, valorada ni más ni menos que en 400 dólares. Aunque la cifra sea de escándalo - e incluso ridícula - ya son muchos los que no han podido resistirse a hacerse con un par.
Prathan Poopat, director neoyorquino de arte, y su compañero Flavio Girolami, consultor creativo italiano, son amigos desde hace mucho tiempo y socios desde hace una década. Decidieron trabajar juntos con un único objetivo: crear la mejor zapatilla, y ahora su diseño se ha convertido en mainstream entre hombres y mujeres.
Prathan Poopat y Flavio Girolami. Imagen: Justin Chung
La región de Marche, Italia, es el corazón del país especializado en la fabricación de zapatos y donde Girolami vivía. Durante algunos años trabajó en diferentes empresas dedicadas al sector, motivo por el que la zapatilla fue la primera y última opción en cuanto se plantearon montar un negocio juntos. Al final, tras duro esfuerzo y sacrificio, los hombres fueron inmediatamente atraídos por sus carísimas creaciones, que posteriormente ampliaron para el sexo opuesto.
Imagen: Mr. Porter
Con un estilo minimalista, se han inspirado en líneas y formas del zapato de siempre utilizando las mejores técnicas y materiales. Para ellos la clave son los clásicos, lo que ha funcionado durante mucho tiempo y lo utilizan para crear algo que todo el mundo debería tener en su armario, pero con una calidad exquisita.
Como toda marca de alta gama, debe tener una seña identificativa, y esa se encuentra en los diez números dorados que se graban en el lateral de la sneaker, que representan el número de artículo, tamaño y color. Otro detalle que otorga a la zapatilla el sello de la firma es el cuero italiano cosido a mano.
Imagen: Common Project
Pero no todo es oro lo que reluce, porque estos dos emprendedores lo tuvieron crudo cuando se pusieron en marcha en busca de la zapatilla ideal. Esa era su misión: crear un zapato que fuera absolutamente perfecto, y lo consiguieron. Se llama Achilles y en su lanzamiento se vendía por 265 dólares, cifra que suponía una pérdida total si se tenían en cuenta los gastos en materiales y producción.
Imagen: Common Project
Pero todo cambió cuando la revista online Hypebeast, blog de moda masculina, impulsó el mercado del zapato perfecto. Ahora, Common Proyects se ha convertido en la esencia de las zapatillas de cuero minimalistas. Tanto que cuando Adidas sacó su Stan Smith en color blanco, miles de internautas acusaron a la firma de plagio del legendario Achilles.
Actualmente Poopat y Girolami ganan aproximadamente 10 millones de dólares anuales por vender unas zapatillas que ya existían décadas atrás. Una vez más, lo vintage se convierte en lujo.