Cuando fichar muy caro es sinónimo de fracaso: las diez inversiones más altas en el fútbol lo demuestran

El Liverpool acaba de saltar la banca de la Premier League tras confirmar la incorporación del centrocampista alemán Florian Wirtz, procedente del Bayer Leverkusen. Este fichaje, el más caro de la historia en Inglaterra, es además uno de los más elevados del mundo del fútbol después de que los 'reds' hayan desembolsado la friolera de 125 millones de euros, según el portal Transfermarkt.

Si miramos con detenimiento los diez fichajes más caros del fútbol, la mayoría de ellos no pasarán a la historia por su gran rendimiento deportivo. Muy pocos se salvan. Por tanto, fichar muy caro conlleva un riesgo enorme que no garantiza en absoluto el éxito.

Un caso llamativo es el de Neymar Jr., que abandonó el FC Barcelona para recalar en el Paris Saint Germain por 222 millones de euros, siendo a día de hoy la inversión más cara en este deporte. Los parisinos disfrutaron poco del mejor Neymar, acostumbrado a las lesiones en las segundas partes de las temporadas, acompañadas de sus continuas polémicas extradeportivas. Estuvo seis temporadas, en las que no pudo conquistar el objetivo del club, la Champions, aunque dejó unos números más que aceptables: solo disputó 173 encuentros, pero marcó 118 goles y repartió 79 asistencias. Sus mejores momentos fueron en el FC Barcelona, pero aún así el PSG pudo venderlo por 90 millones al Al Hilal de Arabia Saudí, un negocio más que redondo.

En segundo lugar se encuentra Kylian Mbappé, curiosamente uno de los pocos casos en los que el dinero invertido fue rentabilizado. Llegó desde el AS Mónaco al PSG por 180 millones de euros y en los siete años que estuvo en París anotó 255 goles, a una media de 36,5 goles. Nada mal. Hasta el punto de que se convirtió en el máximo goleador histórico del club, un legado que pocos podrán superar. Lo malo fue que salió del club sin traspaso alguno, terminaba contrato y se marchó libre al Real Madrid.

El tercer fichaje más caro del fútbol es el de Philippe Coutinho por el FC Barcelona. El club catalán pagó por el brasileño, procedente del Liverpool, una cantidad de 135 millones de euros. Sin embargo, nunca dejó muestras de su gran calidad. El centrocampista disputó cinco temporadas en las que marcó once goles y repartió tan solo cinco asistencias. Finalmente fue vendido al Aston Villa por 20 millones. Es, posiblemente, la peor inversión en el fútbol.

El de Ousmane Dembélé es el cuarto fichaje más elevado de la historia, con una inversión cercana a los 135 millones de euros. El FC Barcelona lo incorporó, junto con Coutinho, con el dinero recibido por Neymar. El rendimiento del francés fue mejor que el del brasileño, aunque pudo ser mejor de no ser por las continuas lesiones. El extremo estuvo siete temporadas en el FC Barcelona, anotando 40 goles y dando 42 asistencias. Terminó marchándose por 50 'kilos' al PSG, donde hasta ahora se está saliendo.

En quinto lugar está Joao Félix. El portugués llegó al Atlético de Madrid procedente del Benfica por 127 millones en la que parecía una inversión a largo plazo, ya que el delantero, con 19 años, solo venía de disputar media temporada con el primer equipo. Sin embargo, su rendimiento en el club rojiblanco terminó siendo desastroso, con 34 goles y 18 asistencias en 131 partidos, acompañado de una actitud impropia de un futbolista. Por suerte pudo salir por un traspaso al Chelsea que rondó los 52 millones de euros.

Tras el fichaje de Wirtz por el Liverpool está el de Enzo Fernández por el Chelsea. El centrocampista argentino dejó el Benfica para recalar en el conjunto londinense por 121 millones de euros. Su rendimiento ha tenido altibajos desde su llegada, aunque es un jugador importante para su equipo, sobre todo en la última temporada en la que fue campeón de la Conference League. Pese a no ser goleador, el medio lleva anotados nueve dianas y repartidas 12 pases de gol en 82 encuentros disputados. Aún es pronto para decir si esta es una buena inversión. El tiempo lo dirá.

El octavo fichaje más alto en la historia del fútbol fue el de Eden Hazard por el Real Madrid. El extremo belga llegó procedente del Chelsea por 120 millones de euros. La mayor inversión en un jugador por parte del club blanco salió rana. El belga vino como si ya lo hubiera hecho todo, sin demostrar quién fue, con miedo y terminó devorado por las lesiones. En cuatro temporadas, solo anotó siete goles y repartió 12 asistencias en 76 partidos. Un fracaso en mayúsculas, ya que tras su paso por el Real Madrid se retiró con solo 32 años.

Tras Hazard se encuentra el de Antoine Griezmann y su fichaje por el FC Barcelona, que le fichó por 120 millones de euros al Atlético de Madrid. El delantero francés disputó solo dos temporadas, aunque anotó 35 goles y dio 17 asistencias. Su rendimiento fue discreto en comparación con sus actuaciones en otros clubes. Su fichaje no cumplió las expectativas generadas por su fichaje. Finalmente, fue vendido al Atlético de Madrid por solo 22 millones.

En décimo y último lugar está el fichaje de Jack Grealish por el Manchester City. El conjunto 'skyblue' pagó 117,5 millones de euros al Aston Villa por este extremo. Su rendimiento ha ido claramente de más a menos, hasta el punto que Pep Guardiola, su entrenador, le ha dejado fuera de la lista del Mundial de clubes que se disputa en los Estados Unidos. Llegó a Mánchester con la idea de ser una pieza clave en el juego del equipo, sin embargo no ha terminado cumpliendo las expectativas. En sus 157 encuentros, Grealish marcó 17 tantos y dio 23 asistencias.