¿Es bueno usar la luz roja para dormir? La ciencia responde

Según una investigación reciente publicada por la Sociedad Española de Neurología (SEN), entre el 20 y el 48% de los adultos en España tiene dificultades a la hora de comenzar a dormir o mantener el sueño sin despertarse. Algo que aumenta con el verano a la vuelta de la esquina y el aumento de las temperaturas.

Por suerte -o no- se ha viralizado un truco en redes sociales que mejora la calidad del sueño debido a sus propiedades muy relajantes, su facilidad para crear un ambiente propicio para dormir y su impacto mínimo en el ritmo circadiano: se trata de las luces rojas.

¿Ventajas?

A diferencia de la luz azul, que suele emitir la mayoría de los dispositivos electrónicos y puede suprimir toda la producción de melatonina -la hormona que regula el ciclo sueño/vigilia-, la roja tiene un impacto muy ligero en esta producción hormonal.

Esto significa que su uso antes de dormir no interfiere en absoluto con las señales naturales del cuerpo para prepararse para el descanso. En momentos clave como el amanecer o el atardecer, incluso, puede activar el núcleo supraquiasmático (NSQ), ayudando a sincronizar los ritmos circadianos con el entorno.

A tener en cuenta

Pero, ¿qué hay de cierto en todo esto? Según Marina, graduada en bioquímica y doctora en Farmacia hay determinadas investigaciones que reflejan que los beneficios no se deben del todo a la luz roja, sino a otros factores que también juegan un papel más o menos importante.

De hecho, hay algunas que evidencian que la luz roja puede suponer un estado de alerta y reducir la calidad del sueño. Por el momento, los estudios de mayor calidad hasta la fecha no parecen indicar que debemos instalar una luz roja en nuestra habitación.

La publicación se ha viralizado en cuestión de días, con varios comentarios en Instagram tanto positivos como negativos. Y es que esta nueva tendencia está generando cierta polémica y tiene toda la pinta de que lo seguirá haciendo en el futuro más cercano.