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Descontrol en los préstamos públicos a las pymes: un tercio de los que da la sociedad pública de innovación son fallidos

  • El Tribunal de Cuentas alerta de que hay más de 215 millones imposibles de recuperar
  • Enisa admite que no pide avales ni garantías pero defiende el modelo para fomentar el emprendimiento
Innovación en una pyme

Javier Romera

Falta de control en los créditos otorgados a las pymes por parte de la Empresa Nacional de Innovación (Enisa), una sociedad estatal dependiente del Ministerio de Industria y Turismo. De acuerdo con un informe del Tribunal de Cuentas, un 30,8% del importe invertido en 2023, el ejercicio que se ha fiscalizado, se corresponde con créditos fallidos o que acaban judicializados.

Son un total de 1.538 préstamos por un importe de 216 millones de euros respecto a los 677 millones otorgados en total en préstamos participativos. "Son de imposible recuperación", concluye en el Tribunal de Cuentas. El informe señala que, pese a que el sistema de control interno de Enisa no presenta debilidades relevantes, "existen carencias en el seguimiento y recuperación" de los préstamos "debido a la insuficiencia de recursos humanos y al deficiente diseño de las herramientas de gestión empleadas". Según explica el organismo fiscalizador, "el Estado asume la totalidad del riesgo de impago de los préstamos concedidos por lo que hay una falta de incentivo en el seguimiento y recuperación de los morosos y fallidos".

Debilidades

El área de seguimiento es, de hecho, la que presenta mayores debilidades tanto por la escasez de personal como por el procedimiento empleado. "Enisa no realiza un seguimiento de los datos de las empresas expresados en su plan de negocio inicial sobre la inversión a realizar y/o la creación de número de empleos", asegura el Tribunal de Cuentas. Durante 2023, Enisa amplió sus funciones sin un refuerzo de recursos humanos por lo que el Tribunal concluye que "la insuficiencia de recursos humanos se cubre con contrataciones de asistencias técnicas, lo que supone un riesgo y una debilidad de control".

También se identifican incidencias en la certificación de empresas emergentes conforme a la Ley de Startups, como descertificaciones retroactivas por incumplimientos de requisitos o la inexistencia de manuales de procedimiento durante varios meses tras la entrada en vigor de la normativa.

La principal actividad de Enisa consiste en apoyar el emprendimiento y la innovación del tejido empresarial español mediante la concesión de préstamos participativos a empresas, principalmente pymes. Los fondos que emplea para el desarrollo de esta actividad de apoyo financiero proceden de los Presupuestos Generales del Estado en virtud de convenios suscritos con diversos ministerios. Desde que comenzó a apoyar económicamente a las empresas, Enisa ha invertido cerca de 1.332 millones de euros, en 8.685 préstamos y 7.580 empresas financiadas.

El Comité de Riesgos de Enisa se encarga de definir las políticas, los métodos y los procedimientos para la calificación crediticia de la cartera deinversiones, la identificación de su deterioro y el cálculo de los importes para la cobertura de su riesgo de crédito y de llevar el control de las inversiones que integran la cartera. No obstante, según el Tribunal, las actas de sus reuniones carecen de contenido, más allá de la manifestación de sus miembros de estar exentos de conflictos de intereses.

Debilidades detectadas

El informe del Tribunal de Cuentas destaca que "a la fecha de finalización de esta fiscalización, Enisa no disponía de un plan de acción para solventar las debilidades detectadas por la Intervención General de la Administración del Estado en su informe de gestión, 2021 y 2022". En sus recomendaciones, el Tribunal de Cuentas insta a Enisa a actualizar sus procedimientos, reforzar los sistemas de control y digitalización, y mejorar la trazabilidad de la información. Asimismo, sugiere valorar nuevos enfoques para los estudios de impacto.

Desde la sociedad pública explica, no obstante, que "los préstamos de Enisa se diferencian de los del sistema bancario tradicional en que no pedimos avales ni garantías", admitiendo que "somos conscientes que con ello asumimos un riesgo mayor que redunda en un porcentaje de operaciones fallidas". Sin embargo, la sociedad, "esa diferencia es la que ha permitido que más de 9.000 empresas, algunas de ellas sobradamente conocidsa como Wallapop, Cabify o Ecoalf, obtuvieran financiación en sus inicios y hoy sean espejo del emprendimiento innovador". Enisa, de hecho, es el instrumento del Ministerio de Industria y Turismo para dinamizar el ecosistema emprendedor en sus etapas iniciales, así como el de las pymes.

"El resultado de nuestro trabajo funciona y es demostrable a través del efecto inducido sobre la recaudación fiscal. Nuestro último informe sobre el impacto de los préstamos muestra que el conjunto de 5.021 empresas apoyadas hasta 2020 repercute en 826 millones en el IRPF, 1.288 millones en Seguridad Social y 4.955 millones en IVA en el periodo 2020–2021", asegura la organización.